Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
(…) limitada y soberana”, y acto seguido, la c<strong>re</strong>ciente multiplicidad de<br />
distinciones ent<strong>re</strong> unas y otras naciones conforme “[al] estilo en que<br />
son imaginadas”, las cuales apa<strong>re</strong>cen en su “Introducción” a la segunda<br />
edición (1993 [1983]:24) 4 .<br />
Algunas de las principales –y aceptables– críticas al clásico de Anderson<br />
han consistido en destacar que:<br />
a) La construcción cultural de dicha identidad colectiva p<strong>re</strong>scinde de las<br />
<strong>re</strong>laciones de desigualdad <strong>re</strong>ales, de las luchas que de esto derivan y<br />
de los confl ictos por la hegemonía de consensos;<br />
b) La <strong>re</strong>alización efectiva de una “comunidad imaginada” en la escala<br />
equivalente a una nación (con límites) omite la dimensión del poder<br />
y la efi cacia de discursos y prácticas fundacionales del ciudadano-sujeto<br />
a un régimen civilizatorio y a una cultura escrituraria (por tanto<br />
excluye grupos e individuos no ajustados a este orden).<br />
A pesar de lo anterior, suponemos que en la distinción de estilos de<br />
imaginar quedan implícitas las múltiples contingencias de la construcción<br />
nacional, además de las variaciones históricas y geográfi cas de tales<br />
“estilos”. Desde esa perspectiva modular –a la que el mismo Anderson se<br />
<strong>re</strong>fi rió–, el constructo-nación en La formación de la conciencia nacional,<br />
que cabalmente toma por periodo un “largo siglo XIX”, se impone como<br />
un hecho violento de consecuencias culturales. Más que seguir la pauta<br />
del lento circuito de cultura imp<strong>re</strong>sa, mediante la cual los habitantes de<br />
un territorio delimitado suponen la existencia de otros: una mayoría de<br />
cohabitantes de una misma administración y territorio (compatriotas)<br />
a quienes quizá no se vería, ni de quienes se oiría hablar jamás (p. 23),<br />
como da cuenta Fernando Unzueta en su artículo “Periódicos y formación<br />
nacional. Bolivia en sus primeros años” (2000), tal proceso habría<br />
sido <strong>re</strong>lativamente cubierto a través de una variedad de dispositivos de<br />
“espaciamiento de lo nacional”, acordes al proyecto oligárquico liberal.<br />
Durante la primera mitad del siglo IX se expanden algunos productos<br />
culturales masivos, tales como periódicos y otro tipo de imp<strong>re</strong>sos que<br />
intervinieron efectivamente en la naturalización de la <strong>re</strong>lación interior/<br />
4 Tomo la edición en español del Fondo de Cultura Económica que apa<strong>re</strong>ció en 1993 y<br />
es una traducción de la segunda edición <strong>re</strong>visada inglesa de 1991. Tras el impacto de<br />
la primera, que data de 1983, esta segunda es la más ampliamente difundida. Existe<br />
otra versión traducida a la “Introducción” publicada en Bolivia (véase Anderson,<br />
1992:75-82). En adelante ya que <strong>re</strong>mito a la misma <strong>re</strong>fe<strong>re</strong>ncia (Anderson, 1993<br />
[1983]) cito únicamente la página.<br />
192 MAYA AGUILUZ IBARGÜEN