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talista, que es la democracia <strong>re</strong>p<strong>re</strong>sentativa o democracia burguesa. Lo<br />
decisivo está en la proximidad o “conexitud” que hay ent<strong>re</strong> la <strong>re</strong>solución<br />
tardía de la cuestión nacional (intersubjetividad más mercado general)<br />
y la aparición temprana del capital fi nanciero, hecho que tiene que ver<br />
también con lo anterior y que se caracteriza por ser un advenimiento intrínseco,<br />
imperativo del capital fi nanciero. En último término, es también<br />
la consecuencia lógica del carácter <strong>re</strong>accionario de las ta<strong>re</strong>as burguesas<br />
que no pudieron cumplirse de un modo democrático en el movimiento<br />
<strong>re</strong>volucionario de 1848. Para entonces, Weber escribiría: “la unifi cación<br />
alemana sería una niñería si viniese a ser un punto fi nal y no el punto de<br />
partida de una política de poderío mundial”. País que llegaba tarde a su<br />
propia unidad y que no podía lograrla sino con interpelaciones mórbidas,<br />
tuvo que ser también un país tardío en su acceso al <strong>re</strong>parto del mundo. El<br />
imperialismo alemán fue la prosecución de la manera que tuvo al ocurrir<br />
la unidad alemana y el militarismo fuera la forma nacional de aplicación<br />
del poder del Estado a un mundo ya <strong>re</strong>partido, cerrado para Alemania. Era<br />
natural que en esas condiciones la idolización del Estado se convirtiera en<br />
un dogma posible para las masas, considerando que allá estaban también<br />
adorando su propia unidad nacional.<br />
No es una casualidad que la democracia burguesa, aun en la manera<br />
limitada en que fue aplicada, diera lugar a un gran ascenso de la clase<br />
ob<strong>re</strong>ra. Esto mismo es otro de los <strong>re</strong>sultados de la construcción <strong>re</strong>zagada<br />
del escenario del capitalismo alemán, es decir, de su Estado nacional.<br />
¿Qué es en efecto la vía Junker? Es la <strong>re</strong>construcción de la clase dominante<br />
desde el Estado. Es el poder del Estado que convierte a una clase<br />
en otra sin alterar el corpus de su dominación, no de modo espontáneo<br />
sino consciente. La burguesía <strong>re</strong>sulta así proyectada y construida por el<br />
Estado y no una clase que construye un Estado. Es una burguesía que no<br />
concibe su vida fuera del acto estatal o, como dice Hilferding, aquí “en<br />
lugar de la lógica liberal de encogimiento del Estado tuvo que apelar a<br />
la expansión del Estado como vehículo de su desarrollo, en lugar de la<br />
importancia del Estado pequeño, la sup<strong>re</strong>macía del Estado unitario”.<br />
Esto signifi ca que su carácter tardío impidió la instalación de mediaciones<br />
naturales en la <strong>re</strong>lación ent<strong>re</strong> la sociedad civil y el Estado. Esto es lo que<br />
explica la tendencia al <strong>re</strong>basamiento de la democracia burguesa, cuando<br />
ella fue permitida, que es lo que hizo pensar a Engels que “la época de<br />
las barricadas había terminado”. Pero es también evidente que la suma<br />
de la derrota militar y la debacle económica produce una crisis nacional<br />
general que a los ojos de la burguesía conservadora (que había <strong>re</strong>cibido<br />
52 RENÉ ZAVALETA MERCADO