Lo lícito e ilícito en el Islam (por Dr. Yusuf Al-Qaradawy)
Lo lícito e ilícito en el Islam (por Dr. Yusuf Al-Qaradawy)
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<strong>Lo</strong> <strong>lícito</strong> e i<strong>lícito</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Islam</strong> (<strong>por</strong> <strong>Dr</strong>. <strong>Yusuf</strong> <strong>Al</strong>-<strong>Qaradawy</strong>)<br />
desligado de las prácticas de los idólatras, que mod<strong>el</strong>an estatuas e ídolos con sus manos<br />
y luego los santifican, pres<strong>en</strong>tándose ante <strong>el</strong>los <strong>en</strong> adoración.<br />
La s<strong>en</strong>sibilidad d<strong>el</strong> <strong>Islam</strong> <strong>en</strong> salvaguardar la fe <strong>en</strong> la Unicidad de Dios es muy aguda; y,<br />
con seguridad, toda esta preocupación y precaución están muy bi<strong>en</strong> justificadas. A fin<br />
de cu<strong>en</strong>tas, la adoración de ídolos se originó cuando la g<strong>en</strong>te empezó a hacer estatuas de<br />
sus muertos o ancestros piadosos para recordarlos. Gradualm<strong>en</strong>te empezaron a<br />
v<strong>en</strong>erarlos. Esta v<strong>en</strong>eración fue aum<strong>en</strong>tando poco a poco hasta que convirtieron sus<br />
estatuas <strong>en</strong> dioses, adorándolos fuera de Dios, pidiéndoles ayuda, temi<strong>en</strong>do su <strong>en</strong>ojo e<br />
implorándoles <strong>por</strong> b<strong>en</strong>diciones. Esto es lo que ocurrió con las comunidades primitivas,<br />
como la g<strong>en</strong>te de Uadd, Suwwa', Yaghuth, Ia`uq y Nasra [113]<br />
No debe sorpr<strong>en</strong>dernos que una r<strong>el</strong>igión que busca det<strong>en</strong>er toda corrupción deba<br />
bloquear cada pasadizo <strong>por</strong> donde <strong>el</strong> politeísmo (shirk), abierto u oculto, pueda<br />
introducirse a las m<strong>en</strong>tes y corazones de la g<strong>en</strong>te. Entre los m<strong>en</strong>cionados pasadizos está<br />
la imitación de los idólatras o los seguidores de otras r<strong>el</strong>igiones que han exagerado con<br />
respecto a sus santos.<br />
Además; la Legislación Islámica no fue <strong>en</strong>viada solam<strong>en</strong>te para una o dos g<strong>en</strong>eraciones<br />
sino que es para toda la humanidad mi<strong>en</strong>tras esta exista sobre <strong>el</strong> planeta. <strong>Lo</strong> que parece<br />
improbable <strong>en</strong> un ambi<strong>en</strong>te puede ser aceptable <strong>en</strong> otro; y lo que parece imposible <strong>en</strong><br />
cierta época puede hacerse realidad <strong>en</strong> otra.<br />
b) Otra razón para esta prohibición está <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo escultor, <strong>el</strong> hacedor de estatuas.<br />
<strong>Lo</strong>s escultores ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a <strong>en</strong>orgullecerse de su trabajo, como si hubies<strong>en</strong> creado algo de<br />
la nada o hubies<strong>en</strong> dado vida a la arcilla o a la piedra. Un escultor completó cierta vez<br />
una estatua después de mucho esfuerzo; era tan perfecta y tan b<strong>el</strong>la que se paró d<strong>el</strong>ante<br />
de la misma ll<strong>en</strong>o de admiración <strong>por</strong> sus finas líneas y rasgos. Finalm<strong>en</strong>te, ll<strong>en</strong>o de<br />
vanidad y <strong>en</strong>tusiasmo, le dijo: "¡Habla! ¡Habla!". Por <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> M<strong>en</strong>sajero de Dios (B y P)<br />
dijo: "Esos que hac<strong>en</strong> imág<strong>en</strong>es serán castigados <strong>el</strong> Día de la Resurrección. Se les dirá:<br />
`Dad vida a lo que habéis creado"' [114].<br />
En un hadiz qudsi, Dios ha citado dici<strong>en</strong>do:"¿Quién hace un peor mal que <strong>el</strong> que desea<br />
crear algo similar a lo que he creado? ¡Que cre<strong>en</strong> un átomo!¡Que cre<strong>en</strong> un grano de<br />
arcilla!"' [115]<br />
c) <strong>Lo</strong>s que se involucran <strong>en</strong> este arte no se deti<strong>en</strong><strong>en</strong> ante nada, produci<strong>en</strong>do estatuas de<br />
imág<strong>en</strong>es desnudas o eróticas y deidades y santos de otras r<strong>el</strong>igiones. Un musulmán no<br />
puede cons<strong>en</strong>tir tales prácticas.<br />
d) Finalm<strong>en</strong>te, las estatuas fueron, y son aún, símbolos de la vida aristocrática y lujosa.<br />
La g<strong>en</strong>te de <strong>el</strong>evada posición ll<strong>en</strong>a sus palacios, salones y habitaciones con estatuas<br />
hechas de distintos materiales. No debe sorpr<strong>en</strong>der pues que una r<strong>el</strong>igión que ha<br />
declarado la guerra al lujo <strong>en</strong> todas sus manifestaciones, prohiba al musulmán t<strong>en</strong>er<br />
estatuas <strong>en</strong> su hogar.<br />
La manera islámica de conmemorar a los grandes<br />
<strong>Al</strong>gui<strong>en</strong> podría preguntar: "¿Acaso no es una expresión de lealtad de la g<strong>en</strong>te a la<br />
memoria de sus héroes, cuyas hazañas registran los anales históricos, construir estatuas<br />
<strong>en</strong> su honor como un recordatorio para las futuras g<strong>en</strong>eraciones sobre sus logros y<br />
grandeza? La memoria de la g<strong>en</strong>te es pobre; <strong>el</strong> paso d<strong>el</strong> tiempo les hará olvidar <strong>el</strong><br />
pasado".<br />
La respuesta es que <strong>el</strong> <strong>Islam</strong> aborrece la glorificación excesiva de la g<strong>en</strong>te. No im<strong>por</strong>ta<br />
qué tan "grandes" son; ni si están vivos o muertos.<br />
El Profeta (B y P) dijo: "No me glorifiquéis de la misma forma que los cristianos<br />
glorifican a Jesús, hijo de María. Decid pues: `Es siervo de Dios y Su<br />
M<strong>en</strong>sajero"'[116].<br />
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