17.08.2020 Views

Diccionario de Símbolos - Juan Eduardo Cirlot

Desde los egipcios, la simbología ha sido la gran ciencia de la antigüedad. En Oriente ha perdurado sin interrupción hasta ya entrado el siglo XX y en Occidente inspiró todo el arte medieval y, en gran medida, el renacentista y barroco, hasta que el descubrimiento del «Inconsciente» volvió a recuperar los símbolos en ámbitos y maneras muy distintos. Este Diccionario de símbolos es la versión última y definitiva de la obra en prosa más importante del poeta y crítico de arte Juan Eduardo Cirlot. Publicado por primera vez en 1958 con el título Diccionario de símbolos tradicionales, fue traducido al inglés en 1962. Cirlot continuó elaborando nuevas voces y artículos que introdujo en la segunda edición castellana de 1969 y en la segunda edición inglesa y americana de 1971. En esta edición se han incluido nuevas voces, hasta el momento sólo publicadas en inglés, así como el artículo «Simbolismo fonético», último ámbito del estudio simbológico de Cirlot, recuperado de su publicación en prensa. En el epílogo, Victoria Cirlot sitúa en la vida de su padre la construcción de esta obra siempre en expansión y la relaciona con la poesía y la crítica de arte. También muestra el interés de Cirlot por la simbología a partir de los años cincuenta, cuando conoce en Barcelona al musicólogo y antropólogo Marius Schneider, aportando documentos inéditos, como por ejemplo la carta a André Breton en la que se relata el sueño aludido en la voz «Cicatrices».

Desde los egipcios, la simbología ha sido la gran ciencia de la antigüedad. En Oriente ha perdurado sin interrupción hasta ya entrado el siglo XX y en Occidente inspiró todo el arte medieval y, en gran medida, el renacentista y barroco, hasta que el descubrimiento del «Inconsciente» volvió a recuperar los símbolos en ámbitos y maneras muy distintos. Este Diccionario de símbolos es la versión última y definitiva de la obra en prosa más importante del poeta y crítico de arte Juan Eduardo Cirlot. Publicado por primera vez en 1958 con el título Diccionario de símbolos tradicionales, fue traducido al inglés en 1962. Cirlot continuó elaborando nuevas voces y artículos que introdujo en la segunda edición castellana de 1969 y en la segunda edición inglesa y americana de 1971. En esta edición se han incluido nuevas voces, hasta el momento sólo publicadas en inglés, así como el artículo «Simbolismo fonético», último ámbito del estudio simbológico de Cirlot, recuperado de su publicación en prensa. En el epílogo, Victoria Cirlot sitúa en la vida de su padre la construcción de esta obra siempre en expansión y la relaciona con la poesía y la crítica de arte. También muestra el interés de Cirlot por la simbología a partir de los años cincuenta, cuando conoce en Barcelona al musicólogo y antropólogo Marius Schneider, aportando documentos inéditos, como por ejemplo la carta a André Breton en la que se relata el sueño aludido en la voz «Cicatrices».

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

166 Descanso semanal

Descanso semanal

Como otros m uchos aspectos existenciales, sean costum bres o instrum

entos, aparte de su sentido religioso, el concepto del «descanso» semanal

no nace de una necesidad m aterial o empírica. E ntre los hebreos, la observancia

del Sabbat, según Erich From m , no designa el m ero reposo, sino algo

m ucho m ás profundo que una medida de higiene. En efecto, a causa de que

el trab ajo implica un estado de modificación, de guerra entre el hom bre y el

mundo, el descanso designa la paz entre el hom bre y la naturaleza. Un día por

sem ana (correspondiendo, en la analogía entre el tiem po y el espacio cósmico,

a la idea de centro implicada por el sol entre los cielos planetarios, o por la

tierra, en el sistem a geocéntrico), se debe verificar la entera arm onía espontánea

entre el hom bre y la naturaleza. No trabajando, el ser hum ano se arranca

del orden de m utaciones que origina la historia y, consecuentem ente, se

libera del tiem po y del espacio, retrocediendo al estado paradisíaco (23). Este

sim bolism o explica, por el contrario, lo que Bell denom inara «la ardiente actividad

del rebelde», el odio instintivo a toda form a de descanso en el espíritu

guerreador y enem istado con la naturaleza y el m undo de lo dado.

Descenso a los infiernos

Dos aspectos del «viaje nocturno por el mar» del sol, de la mitología

egipcia. M ítico: los descensos de Eneas (Eneida), de Orfeo, etc. Religioso,

el de Cristo al limbo, a salvar las alm as de los que descendieron a él antes

de su llegada, esto es, de los justos que no podían aún salvarse.

Jesús en el lim bo

por B. Bermejo.

Museo de Arte

de Cataluña.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!