Medicina intensiva. Nutricion del paciente critico
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Procedimientos nutricionales en diferentes enfermedades 139
frecuencia que se estime y contar con bombas de infusión o jeringas perfusoras.
La insulina a utilizar siempre será insulina simple, por vía intravenosa en infusión
continua, a razón de 0,1 unidad/kg/h.
Aporte de lípidos
El aporte de lípidos es importante como fuente energética. Se deben calcular
entre 0,7 y 1,5 g/kg/día, con una cantidad mínima de 1g/kg/día con el fin de
evitar el déficit de ácidos grasos esenciales. Estos nutrientes inducen menor
elevación de la glucemia que los productos glucosados y producen menor incremento
en la producción de CO 2
, esto último representa una ventaja en la
nutrición de los pacientes sépticos bajo régimen de ventilación mecánica invasiva
y que estén en fase de destete del ventilador. La tolerancia de emulsiones
mixtas de LCT/MCT está suficientemente documentada, pero requiere la confirmación
por estudios controlados (nivel de evidencia grado C).
La adición de ácido eicosapentanoico (EPA) y ácido docohexanoico (DHA)
en las emulsiones lipídicas ha demostrado efectos sobre las membranas celulares
y propiedades moduladoras sobre la respuesta inflamatoria. Existen estudios
que han demostrado con nivel de evidencia grado B, que el aporte de lípidos
enriquecidos con aceite de pescado tiene efectos muy beneficiosos, dado su
contenido en ácidos grasos de la serie omega 3.
Efectos de los ácidos grasos de la serie omega 3. Son precursores directos
de la síntesis de PGE3, TXA3 y LTB5, reducen los efectos inmunosupresores
de los eicosanoides derivados de la familia omega 6 (PGE2, LTB4), tienen
acción vasodilatadora y antiagregante, pueden favorecer la recuperación del
sistema inmune, mejoran la histología intestinal y su utilización permite disminuir
las dosis de fármacos antinflamatorios.
Aporte de proteínas
El aporte de proteínas se debe realizar junto a un adecuado aporte de
energía, a razón 0,8 a 1,5 g/kg/día. Se debe suministrar glutamina en el rango
de 0,2 a 0,4 g/kg/día (nivel de evidencia grado A), este aminoácido es substrato
energético para los enterocitos, células renales, linfocitos T, macrófagos, entre
otros. Su disminución puede ser mediada por citoquinas (IL-1, TNF). El aporte
de glutamina en pacientes críticos mejora las defensas antioxidantes (incremento
de la actividad de la enzima glutatión peroxidasa), lo que repercute en
una menor peroxidación lipídica.
El aporte de arginina favorece la recuperación de la inmunidad celular, mejora
la cicatrización de las heridas y reduce las pérdidas de nitrógeno. Se discute
el uso de la arginina durante la fase de shock séptico, pues al ser la principal