19.08.2021 Views

Medicina intensiva. Nutricion del paciente critico

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

150 Medicina intensiva. Nutrición del paciente crítico

Los requerimientos energéticos tras el trasplante son similares a los previos.

En aquellos pacientes que ya eran hipermetabólicos antes del trasplante, el

hipermetabolismo suele continuar tras este y el postoperatorio inmediato demanda

un mayor aporte calórico proteico en consecuencia.

Con la excepción de unos mayores requerimientos de nitrógeno, los pacientes

con trasplante hepático no complicado de hipermetabolismo no difieren de otros

pacientes con cirugía mayor en cuanto a requerimientos de macronutrientes.

Los micronutrientes y electrólitos deben monitorizarse para detectar y corregir

posibles estados de deficiencia.

El aporte calórico total recomendado es de 25 a 35 kcal/kg/día, recomendando

un aporte mixto hidratos de carbono/grasas, pero con mayor proporción

de carbohidratos que en otros pacientes (60 a 70 % HCOO/40 a 30 % grasas)

y de 1 a 1,5 g de proteínas por kilogramo de peso al día.

La utilización de glucosa por el hígado trasplantado está típicamente reducida

en las primeras horas, siendo los ácidos grasos el sustrato más utilizado. Algunos

autores recomiendan administrar la glucosa en pequeñas cantidades, sin insulina,

para no impedir la movilización de grasa periférica. En la práctica, la utilización

de sustratos puede monitorizarse midiendo los niveles sanguíneos de glucosa,

lactato y triglicéridos.

El hipercatabolismo proteico propio de la cirrosis se exacerba en el período

postrasplante. El aporte de 1,2 g/kg de proteínas resulta en un balance nitrogenado

negativo en la mayoría de los pacientes trasplantados, durante al menos

un mes. El aporte de soluciones específicas de aminoácidos no aporta ventajas

con respecto a las soluciones convencionales.

Los niveles séricos de fosfato, potasio y magnesio deben vigilarse ya que

tienden a la depleción con rapidez debido al tratamiento diurético y al síndrome

de renutrición.

La nutrición parenteral está indicada siempre ante disfunción intestinal o

asociada a la nutrición enteral cuando esta última no cubre los requerimientos

nutricionales del paciente, teniendo en cuenta que las emulsiones intravenosas

de lípidos no tienen contraindicaciones, aunque se recomienda que el aporte

no sea superior a 1g/kg/día.

Bibliografía

Álvares da Silva, M. R. and T. Reverbel da Silveira (2005): Comparison between handgrip strength,

subjective global assessment, and prognostic nutritional index in assessing malnutrition and

predicting clinical outcome in cirrhotic outpatients. Nutrition, 21 (2): 113-7.6.

ASPEN Board of Directors and The Clinical Guidelines Task Force. Specific Guidelines for

Disease-Adults. Liver Disease. Guidelines for the Use of Parenteral and Enteral Nutrition in

Adult and Pediatric Patients (2009). JPEN, 26(Suppl.): 65S-8S.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!