Medicina intensiva. Nutricion del paciente critico
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
12 Medicina intensiva. Nutrición del paciente crítico
Los TCM contienen ácidos grasos con cadenas de 6 a 12 carbonos, fundamentalmente
ácido octanoico, esterificados al colesterol; su hidrólisis en el intestino
es cinco veces más rápida que los TCL y sus ácidos grasos libres se
absorben dos veces más rápido, por lo que pasan de manera directa a la vena
porta, y de ahí son transportados al hígado y a otros tejidos en forma de ácidos
grasos libres, o unidos a la albúmina. Tienen la ventaja de no almacenarse
como grasa en el organismo y se oxidan con rapidez y en su totalidad. Aunque
su uso solo no previene la deficiencia de ácidos grasos esenciales.
Los lípidos intravenosos deben administrarse en infusiones prolongadas en
lugar de infusiones de corta duración, con el fin de evitar las complicaciones
pulmonares que han sido descritas. El aporte de lípidos debe suspenderse si los
niveles plasmáticos de triglicéridos son superiores a 400 mg/dL. Un gramo de
lípidos aporta 9 kcal.
Requerimientos de proteínas
Los adultos sanos bien nutridos cuyos requerimientos energéticos son satisfechos
con fuentes exógenas presentan una pérdida continua de proteínas y de
nitrógeno. Esta pérdida obligatoria de proteínas se atribuye al recambio resultante
de la síntesis y degradación de las proteínas del organismo. En efecto,
parte de los aminoácidos liberados por el catabolismo proteico se usan para
resintetizar nueva proteína, y el resto se utiliza como combustibles y para sintetizar
glucosa en el proceso de neoglucogénesis; en ambos casos queda un
residuo nitrogenado con el cual se forma urea que se excreta por la orina o se
acumula en el organismo. En individuos normales con dieta habitual, alrededor
de 80 % del nitrógeno total urinario (NTU) corresponde al nitrógeno de la urea
urinaria (NUU); este porcentaje varía en función del grado de catabolismo
proteico y de la cantidad de proteína ingerida.
El paciente crítico es un paciente hipercatabólico que presenta intensa destrucción
proteica, por tanto el aporte proteico es absolutamente necesario.
Aunque las pérdidas nitrogenadas puedan ser muy altas, especialmente en pacientes
traumatizados y quemados, no se recomiendan aportes muy elevados
dado que ello podría conducir a un aumento de la degradación proteica neta (un
aporte de 1,5 g/kg/día reduce el catabolismo proteico en 70 %, pero si se
incrementa a 2,2 g/kg/día la degradación proteica neta se ve incrementada).
Por tanto, parece que la elevación del aporte proteico por encima de un
determinado nivel crítico incrementaría la tasa de catabolismo. De 15 a 20 %
de las calorías totales diarias deben ser dadas en forma de proteínas. Debe
iniciarse con aportes de 1,0 a 1,5 g/kg/día, ajustándose de acuerdo con controles