Pensamiento boliviano
El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...
El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Pensamiento</strong> <strong>boliviano</strong><br />
--------------------------------------------------------<br />
Hicimos un alto en un puesto militar tras agotadora jornada y fue ahí que Fidel, después<br />
de comer, propuso realizar una reunión informal en mi habitación. Estaba el presidente Dorticós,<br />
estaba “Barbarroja” (Manuel Piñeiro, entonces encargado de las relaciones con Latinoamérica,<br />
CSG) y Ariel, encargado de las cuestiones de Bolivia. Fue allí que Fidel recibió la información<br />
del primer choque producido en Ñancahuazu el 23 de marzo, también a mí me pasaron los cables<br />
con las noticias.<br />
Como todos los políticos de la época, yo había leído el libro “La guerra de guerrillas” del<br />
Che y además conocía algo de las guerrillas que se estaban produciendo en América Latina, particularmente<br />
en Colombia y Venezuela, de modo que tenía una idea de lo que era un movimiento<br />
guerrillero. Por las informaciones que nos daban se mostraba que lo que había estallado en Bolivia<br />
era algo muy bien preparado y eso fue lo que comenté. Fue ahí que Fidel me dijo: “A tí te<br />
lo puedo decir, esa guerrilla está dirigida por el Che”. Y, como es lógico, yo me sorprendí, “caramba,<br />
por qué me lo dijiste” le manifesté. Y añadí más o menos lo siguiente: “puedes estar seguro<br />
que yo ya me he olvidado esta información que acabas de darme”. Y en efecto, nunca<br />
comenté con nadie este hecho.<br />
Fidel me preguntó cómo veía el resultado de estas acciones. Yo le dije con franqueza, va a<br />
ser un fracaso. ¿Por qué?... Porque en Bolivia ha habido reforma agraria...los campesinos lo que<br />
están buscando es una ayuda directa del gobierno, ayuda que la guerrilla no puede darles. Las<br />
inquietudes y pedidos de los campesinos hoy en día son caminos, escuelas, créditos y cosas<br />
parecidas, pero están felices con la reforma agraria, de tal modo que dudo que se sumen a la<br />
guerrilla. “¿Y cuáles son los lugares explosivos...?” me dice Fidel. Y yo le digo las minas y la ciudad<br />
de La Paz. Fue entonces que se me planteó la posibilidad de un encuentro con el Che, en<br />
un lugar no definido porque, claro, no era nada fácil, siendo yo tan conocido en Bolivia. Fidel<br />
dijo que se vería la manera de arreglar esta entrevista, pero nunca hubo condiciones para ello,<br />
más aún porque se produjo una ruptura de las comunicaciones con la isla ya que los aparatos<br />
de radio de la guerrilla fueron incautados.<br />
Poco tiempo después fui capturado en Arica cuando intentaba ingresar al país. Siempre que<br />
estuve desterrado yo veía la posibilidad de retornar. Entrar y salir de Bolivia ilegalmente no era<br />
mucho problema, yo lo hice en muchas ocasiones. Si esa vez hubiera logrado entrar, hubiera<br />
tratado de conectarme con el Che para hacerle saber mi criterio y los intentos de Fidel por restablecer<br />
la comunicación.<br />
De todos modos, a pesar de mis discrepancias, vi a la guerrilla como una esperanza. Tanto<br />
en Chile como en Perú y también en Bolivia cuando logré volver, siempre que me preguntaron,<br />
expresé públicamente mi admiración sincera por ese grupo reducido de hombres que<br />
se enfrenta a un ejército cien veces más poderoso, en aras de sus ideales de liberación. Nunca<br />
creí que iba a dar resultado la lucha guerrillera a menos que estuviera inserta en la masa, como<br />
se podía deducir de las experiencias china y vietnamita, pero admiré al Che y a los combatientes<br />
que le acompañaron. Con mucha pena sentí el fracaso de los guerrilleros aquí y luego<br />
también en otros países.<br />
Como ya lo dije anteriormente la lucha guerrillera no logró insertarse con la masa, particularmente<br />
con los mineros, y entre los campesinos difícilmente podía tener arraigo en esos momentos.<br />
----<br />
155