29.08.2015 Views

Pensamiento boliviano

El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...

El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Pensamiento</strong> <strong>boliviano</strong><br />

--------------------------------------------------------<br />

Antes podíamos ver nuestro mundo, definirlo: la crisis del sistema se agudizaba, el socialismo<br />

era la única forma de salvar a la humanidad de su aniquilamiento y, sin embargo, el poderío,<br />

la impunidad del imperialismo y sus lacayos eran aparentemente demasiado fuertes. Los<br />

fracasos de la lucha revolucionaria (después del triunfo de Cuba, que enfureció al gigante por<br />

abrir un nuevo día en sus narices), en otros lugares de nuestro continente, habían dejado una<br />

estela de pesimismo, de ansiedad.<br />

Como dijera el poeta Julio de la Vega: nuestro pueblo clamaba: “Profeta se necesita”. Y<br />

entonces llegó el Che. En el momento exacto. Por eso se posesionó de la esperanza para<br />

siempre.<br />

En Bolivia marcó, con fuego, la inauguración de una época nueva. No se puede ya, desde<br />

entonces, hablar del pensamiento revolucionario, de la praxis revolucionaria, sin mencionar ese<br />

hito histórico. Se esté o no de acuerdo con el Che.<br />

Una ola de asombro conmovió las fibras de nuestra sociedad mostrando que la Revolución<br />

y la violencia humanista que implicaba, eran no sólo una necesidad sino una realidad que nadie<br />

podría ya soslayar.<br />

Cristianos vi que, en horas veinticuatro, cambiaron de conservadores aun reaccionarios a<br />

combatientes, conmovidos por la autenticidad y la consecuencia, por la generosidad de la gesta<br />

del Che. Constataron dramáticamente que la revolución no era la “destrucción atea” de los<br />

valores del hombre, sino lo contrario.<br />

Unos lo asumieron como el más alto héroe civil, como el paladín de la nueva sociedad;<br />

otros como la reencarnación del Cristo venido a emancipar al hombre. Unos lo tomaron como<br />

escudo y guía de los combatientes. Otros como la estampa milagrosa (“San Ernesto de<br />

la Higuera”) a cuyo retrato empezaron a encender velas como a los santos, para protegerse<br />

de los males.<br />

En todo caso, el Che pasó a ser leyenda, pero más real que los hechos, porque estuvo entre<br />

nosotros, fue uno original que nosotros. Es posible pues que retorne en todos nosotros.<br />

2. El Che, un poeta de tal acción y de las letras<br />

Ninguna teoría es definitoria para demarcar la frontera entre poesía y revolución, entre el<br />

poeta y el combatiente. No es la teoría de la plusvalía que enciende las llamas que en Francia<br />

reducirán a ceniza el poder feudal que le prestara al propio cielo su matriz de jerarquías porque<br />

parecía eterna e inconmovible. No es la formulación de ley del valor que electriza la sangre<br />

de los obreros de Petrogrado para reducir a polvo la omnipotencia del Zar. Ni Ho Chi Minh enarbola<br />

la teoría del intercambio desigual para sublevar miles de lanzas de bambú contra la potencia<br />

nuclear imperialista hasta vencerla. En fin, no basta constatar la necesidad histórica por<br />

medio de la ciencia. Se trata de conmover la conciencia, de darle emoción para hacer irresistible<br />

la eclosión revolucionaria.<br />

La revolución es, por lo tanto, en su nivel expresivo, el gran poema de masas que hace posible<br />

lo imposible, que conquista lo desconocido (el poder y sus meandros políticos) y sublima<br />

el mundo de las cosas cotidianas. Es la realidad ampliada con su fuerza hecha pasión y surtidor<br />

de sentimientos. Poeta es, pues, el pueblo insurrecto de las calles de París, de Petrogrado, el<br />

----<br />

239

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!