Pensamiento boliviano
El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...
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<strong>Pensamiento</strong> <strong>boliviano</strong><br />
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con una homilía de homenaje al guerrillero: “Si su lucha se la<br />
inspiró el anhelo de justicia, de redención social, de amor al prójimo,<br />
es un héroe cristiano. Sabiéndolo o sin saberlo, buscó a Cristo<br />
donde primordialmente debe buscárselo, en los prójimos más<br />
desvalidos”. Muchos de los periodistas que relataron la muerte<br />
del Che han contribuido también a acentuar esta visión hagiográfica<br />
al atribuir a los campesinos del lugar procesiones e imaginerías<br />
en honor al guerrillero. Luis González y Gustavo Sánchez<br />
Salazar (en un fragmento que Soria Galvarro no alcanza a recoger<br />
y que me he permitido traducir) llegaron inclusive a describir<br />
los últimos momentos del Che dentro del contexto de la<br />
pasión de Cristo: “Cuando los soldados se aproximaban, una mujer<br />
rompió el silencio y comenzó a gritar casi proféticamente, señalando<br />
al Che: ‘Aquí está, ¡mátenlo! ¡mátenlo ahora mismo!’ dos<br />
o tres voces se oyeron en su apoyo.<br />
“Crucifícalo, crucifícalo” (Juan 19:6 y 150) le exigirán los sumos<br />
sacerdotes a Pilatos en el proceso contra Cristo. Y también: “Al morir,<br />
sus posesiones fueron distribuidas entre los soldados...” (1)<br />
(El evangelista afirma, por su parte: “Cuando crucificaron a Jesús,<br />
los soldados repartieron su ropa” Juan 19:23). Todos estos símbolos<br />
se convierten pues en “mediaciones cristológicas” como muy<br />
bien la define Hugo Assman y “representan evidentes deformaciones” que sólo pueden justificarse<br />
como concretización histórica de la lucha por la liberación.<br />
Cruz y revolución<br />
Pero no es Guevara el único de los guerrilleros de Ñancahuazú que proyecta una imagen cristiana.<br />
El mismo comandante llama “Pan de Dios” a uno de sus compañeros al parecer por<br />
la voluntad de servicio que siempre mostraba frente a los demás. Se trata del <strong>boliviano</strong> Antonio<br />
Jiménez Tardío (Pedro). Se hacía llamar ‘Cristo”, indicando que llevaba la cruz al referirse a<br />
su ametralladora”, comenta el mayor Diego Martínez Estévez. Incluso Paco, el sobreviviente del<br />
Vado del Yeso que tan duramente ataca a los guerrilleros, tiene palabras de reconocimiento para<br />
el tarateño: “Pedro era el hombre más sacrificado en el grupo y el que cargaba más” (Saucedo<br />
Parada) “Pan de Dios” murió el 8 de agosto, inmolándose para cubrir la retirada de sus<br />
compañeros.<br />
(1) La repartición de las pertenencias del Che es un hecho real, como se puede ver en cualquiera de las declaraciones<br />
hechas por los militares durante el juicio sostenido en Bolivia tras la aparición del Diario del Che en La Habana. El<br />
teniente coronel Miguel Ayoroa confesaba en esa oportunidad: “La cantidad no la puedo precisar exactamente,<br />
pero casi estoy seguro que eran 2200 dólares y además 20 millones de <strong>boliviano</strong>s, los mismos que se gastaron en<br />
diferentes pagos a los guías campesinos, a los que habían colaborado con las bestias, algunas pequeñas cantidades<br />
a los soldados para gastos personales, contribución a la escuela...” (Selser 124).<br />
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