Pensamiento boliviano
El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...
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<strong>Pensamiento</strong> <strong>boliviano</strong><br />
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Tal situación alarmó a los militares norteamericanos que seguían de cerca los acontecimientos.<br />
Ya el 9 de marzo el general Robert Porter, jefe del Comando Sur de Panamá, visitó La Paz para<br />
conversar con Ovando y todo el Estado Mayor General. Tres días después llegó al país un equipo<br />
de entrenamiento para contra insurgencia compuesto por cinco hombres. A mediados de<br />
marzo, cuatro miembros de la misión militar norteamericana permanente sobrevolaron la zona<br />
guerrillera en compañía del agente de la CIA, Aurelio Hernández. Esta actividad inevitablemente<br />
atrajo la atención del público y poco después La Paz estaba inundada de rumores sobre<br />
el supuesto envío de 25.000 marines a Bolivia, tal como ocurrió en la República Dominicana un<br />
año antes. Se dio mucha publicidad a un tren enviado de la Argentina, supuestamente cargado<br />
de harina, pero del que se sospechaba que en realidad contenía tropas y municiones. Tanto el<br />
general Stroessner como el general Onganía desplegaron un elevado número de hombres a las<br />
fronteras paraguaya y argentina respectivamente y cooperaron estrechamente con el Alto Mando<br />
<strong>boliviano</strong>. Esto provocó una especie de reacción nacionalista y más bien invalidó las denuncias<br />
de Barrientos acerca de una “intervención extranjera”. Respaldado por el influyente jefe de Estado<br />
Mayor, general Marcos Vásquez Sempértegui, el coronel Zenteno argumentó que la ayuda<br />
militar externa debía limitarse al mínimo y que el conflicto no debía internacionalizarse. Ovando<br />
coincidía con esta postura: y a mediados de año obligó a Barrientos a cambiar a los comandantes<br />
de localidades claves, enviando a Zenteno a Santa Cruz y a Luis Reque Terán a Camiri, donde<br />
emprendieron la “operación Cynthia”, un movimiento de pinzas destinado a forzar a los rebeldes<br />
a salir a campo abierto en el noreste. Los resultados de tal operación tardaron en revelarse, pero<br />
a la larga fueron gratificantes. En efecto, no fue hasta septiembre cuando se logró acorralar<br />
a los guerrilleros; un contingente total de 600 ranger -entrenados en La Esperanza (en las afueras<br />
de Santa Cruz) por el coronel Joseph P. Rice, el mayor Robert (“Pappy”) Shelton y otros veinte<br />
hombres de las Fuerzas especiales norteamericanas (“Boinas Verdes”) se lanzaron a la zona.<br />
La presencia norteamericana en Ñancahuazú estuvo sumamente restringida a representantes<br />
de la CIA, cuyo papel en los interrogatorios de cautivos fue primordial.<br />
La debilidad fundamental de los guerrilleros cuya “base política no coincidía con el teatro<br />
de operaciones” en palabras de Debray- (18) se demostró de modo concluyente y brutal a fines<br />
de junio, cuando el régimen desvió momentáneamente su atención de la zona de combate a<br />
Siglo XX, tan sólo 257 Km. más allá. Que la guerrilla había desestabilizado al gobierno y fortalecido<br />
a la oposición ya estaba claro el 19 de abril, cuando en una asamblea general en Catavi<br />
se resolvió demandar la restitución de salarios y la reincorporación de aquellos despedidos desde<br />
mayo de 1965, plegarse a la causa de los rebeldes, contribuir a ella con alimentos y medicinas<br />
y, finalmente realizar una marcha en Oruro el 8 de junio y un ampliado de la FSTMB con<br />
delegados estudiantiles y otros sindicatos el 24 de junio. La declaración de un estado de sitio<br />
suspendió la manifestación, pero resultó difícil detener los preparativos para la asamblea; la cual<br />
tenía toda la apariencia de convertirse en la más amplia y políticamente vigorosa que se celebraría<br />
desde el golpe de 1964. En Siglo XX, los partidos de izquierda estaban unidos en torno<br />
a las demandas básicas y acordaron turnarse para hacer guardia de las entradas al campamento<br />
y del edificio sindical. En la víspera del ampliado, la noche de San Juan, Llallagua estaba trans-<br />
(18) Che´s Guerrilla War, p. 114<br />
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