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Pensamiento boliviano

El Che en Bolivia. Documentos y Testimonios. Tomo 5 ...

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<strong>Pensamiento</strong> <strong>boliviano</strong><br />

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Cuatro días más tarde, el 23, Epifanio Vargas, un empleado local de YPFB, que había estado<br />

con los rebeldes y que no había creído el relato de que eran geólogos mexicanos, guió a<br />

una patrulla de avance al mando del teniente Rubén Amezaga, hacia arriba por el río Ñancahuazú<br />

e inadvertidamente hasta una emboscada guerrillera apresuradamente tendida. El teniente,<br />

Vargas y seis de sus hombres cayeron muertos y gran parte de su patrulla, incluyendo a un mayor<br />

y a un capitán fue capturada. Según Guevara, estos hombres “hablaban como loros”, pero<br />

proporcionaron poca información útil y fueron rápidamente liberados. La emboscada había sido<br />

un éxito en sí misma, pero ahora la guerrilla se hallaba embarcada en operativos militares<br />

de gran envergadura, bastante antes de estar preparada para ello.<br />

Las fuerzas de la Cuarta División de Ejército con base en Camiri, ocuparon la primera semana<br />

de abril el primer campamento guerrillero, obligando a los combatientes a proseguir la<br />

marcha y a desquitarse. Al principio tuvieron éxito: el 10 de abril, una extensa patrulla dirigida<br />

por el mayor Rubén Sánchez se defendió bastante mejor que sus colegas y se negó a cooperar<br />

en los interrogatorios, pero sus capturadores rechazaron la invitación de ejecutarlo y soltaron<br />

a sus cautivos al día siguiente; haciendo disponible con ello más información valiosa. Para entonces<br />

Barrientos había declarado cuatro provincias en estado de emergencia y había emitido<br />

un llamado a la nación a “unirse a la lucha contra anarquistas locales y extranjeros con armamento<br />

y dinero de los castrocomunistas”; pero no quiso creer que Guevara era el líder ni que<br />

estuviera vivo. Como medida preventiva proscribó al PCB, PCML y al POR formalmente, ya que<br />

éstos habían estado funcionando en forma clandestina desde hacía mucho tiempo.<br />

La emboscada del 10 de abril cerró la fase inicial de la guerrilla y colocó sus operativos en un<br />

nuevo plano. A partir de ese momento, la derrota sería permanente. Los problemas de los rebeldes<br />

se agudizaron porque un par de semanas antes se les unieron Regis Debray y Ciro Bustos, un artista<br />

bonaerense contactado por Tania como organizador potencial en la Argentina. El 17, cuando se<br />

había decidido que ambos debían ser sacados clandestinamente en vista de la escalada de los operativos<br />

y de la presión de que fuera objeto, un periodista anglo chileno de nombre George Andrew<br />

Roth fue a su encuentro escabulléndose misteriosamente a través de las posiciones delanteras del<br />

Ejército. Guevara decidió dividir la fuerza y enviar a los visitantes y heridos hacia el sur, en un destacamento<br />

dirigido por el cubano Joaquín (comandante Juan Vitalio Acuña Nuñez). Este grupo partió<br />

el 17 dejando a los visitantes dos días después en un lugar próximo al campamento de Muyupampa.<br />

Habían pensado escapar sin gran dificultad, pero fueron casi inmediatamente atrapados por oficiales<br />

del DIC (Departamento de Investigación Criminal) y entregados a la Cuarta División.<br />

La captura de Debray en especial, causó sensación fuera de Bolivia y amplió enormemente<br />

la imagen de la campaña. Los tres extranjeros fueron acusados de guerrilleros, pero el enigmático<br />

Roht fue liberado en junio. Dado que se los juzgó bajo ley militar, su pretendida<br />

culpabilidad era punible con una pena máxima de 30 años de prisión, pues en Bolivia la pena<br />

de muerte había sido abolida. Empero, pocos <strong>boliviano</strong>s creían que alguien pudiera sobrevivir<br />

a una sentencia de 30 años de cárcel militar y señalaban que, con excepción de aquellos que<br />

habían colaborado activamente con el Ejército, ningún guerrillero había sido capturado vivo,<br />

llamando la atención el tradicional respeto del Ejército por la ley de fuga, bajo la cual los prisioneros<br />

eran muertos “mientras intentaban escapar”. Por ello, se comprendió que la vida de<br />

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