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<strong>El</strong> exorcista<br />
William Blatty<br />
<strong>de</strong>mostrado ni el más leve signo <strong>de</strong> que fuera toxicómano ni siquiera <strong>de</strong> que<br />
tomara drogas ocasionalmente.<br />
“¿Por qué no?”<br />
Con los ojos aún cerrados, el <strong>de</strong>tective <strong>de</strong>sgranó lentamente un<br />
trabalenguas <strong>de</strong> Lewis Carroll.<br />
Otro <strong>de</strong> sus recursos para <strong>de</strong>spejar la mente.<br />
Cuando terminó, abrió los ojos y clavó la mirada en la rotonda <strong>de</strong>l<br />
Capitolio, tratando <strong>de</strong> no pensar en nada. Pero, como siempre, le resultó<br />
imposible. Con un suspiro, echó una ojeada al informe <strong>de</strong>l psicólogo <strong>de</strong> la<br />
Policía sobre las recientes profanaciones en la iglesia <strong>de</strong> la Santísima<br />
Trinidad:<br />
‘...estatua ...falo ...excrementos humanos ...Damien Karras’, había<br />
subrayado en rojo. Respiró en el silencio y emprendió el trabajo <strong>de</strong><br />
investigación sobre la brujería, que abrió por una página marcada con<br />
sujetapapeles y que se refería a la Misa Negra.<br />
Pasó las páginas hasta llegar a un párrafo subrayado que trataba <strong>de</strong><br />
asesinatos rituales. Lo leyó <strong>de</strong>tenidamente, mordisqueándose la yema <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>do índice. Cuando terminó, frunció el ceño y agitó la cabeza. Clavó en la<br />
lámpara una pensativa mirada. Al fin apagó la luz, salió <strong>de</strong> su <strong>de</strong>spacho y se<br />
dirigió al <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> cadáveres.<br />
Al acercarse Kin<strong>de</strong>rman, el joven empleado <strong>de</strong> la entrada se estaba<br />
comiendo un bocadillo <strong>de</strong> jamón y queso; sacudió las migas que cubrían un<br />
crucigrama.<br />
—Dennings -murmuró el <strong>de</strong>tective con voz ronca.<br />
<strong>El</strong> empleado asintió, mientras llenaba una horizontal <strong>de</strong> cinco letras;<br />
luego se levantó con el bocadillo y se dirigió al corredor.<br />
Kin<strong>de</strong>rman caminaba <strong>de</strong>trás, sombrero en mano, siguiendo un tenue<br />
perfume a semillas <strong>de</strong> alcaravea y mostaza, hacia hileras <strong>de</strong> compartimientos<br />
refrigerados, hacia el mueble sin sueños, usado para archivar los ojos sin<br />
vista.<br />
Se <strong>de</strong>tuvieron en el compartimiento 32. <strong>El</strong> inexpresivo empleado lo<br />
abrió. Mordió el bocadillo, y cayó sobre la mortaja una miga con mahonesa.<br />
Durante un momento, Kin<strong>de</strong>rman miró hacia abajo; luego, lenta y<br />
suavemente, <strong>de</strong>scorrió la sábana para <strong>de</strong>scubrir lo que ya había visto y, sin<br />
embargo, se resistía a creer. La cara <strong>de</strong> Burke Dennings estaba<br />
completamente vuelta hacia abajo.