13.04.2013 Views

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> exorcista<br />

William Blatty<br />

las luces -lanzó otra carcajada-, ¡lo pescaron tocándole el “brazo” a la<br />

emperatriz con su “pie” <strong>de</strong>snudo! ¿Se imaginan eso?<br />

<strong>El</strong> jesuita sonrió al <strong>de</strong>jar su plato sobre la mesa.<br />

—No me venga <strong>de</strong>spués a pedir indulgencia, Mary Jo.<br />

—Vamos, en toda familia hay “una” oveja negra.<br />

—Ya completamos nuestra cuota <strong>de</strong> esas ovejas en la época <strong>de</strong> los<br />

Papas Médicis.<br />

—En cierta ocasión, yo tuve una experiencia -comenzó a <strong>de</strong>cir Chris,<br />

pero el <strong>de</strong>cano la interrumpió.<br />

—¿Lo dice como materia <strong>de</strong> confesión?<br />

Chris sonrió y dijo:<br />

—No, no soy católica.<br />

—No se preocupe, tampoco lo son los jesuitas -bromeó mistress Perrin.<br />

—Difamación <strong>de</strong> los dominicos -apostilló el <strong>de</strong>cano. Luego se dirigió a<br />

Chris-. Perdón, ¿qué <strong>de</strong>cía usted?<br />

—Pues que me parece que una vez vi levitar a una persona. En Bután.<br />

Volvió a contar la historia.<br />

—¿Cree usted que es posible? -concluyó.<br />

—¿Quién sabe lo que es la gravedad? -dijo, encogiéndose <strong>de</strong> hombros-.<br />

O, si se quiere, la materia.<br />

—¿Les gustaría conocer mi opinión? -dijo mistress Perrin. <strong>El</strong> <strong>de</strong>cano<br />

respondió:<br />

—No, Mary Jo: he hecho voto <strong>de</strong> pobreza.<br />

—Yo también -murmuró Chris.<br />

—¿Cómo? -preguntó el <strong>de</strong>cano, inclinándose hacia <strong>de</strong>lante.<br />

—No, nada. Mire, hay algo que le quería preguntar. ¿Conoce el chalet<br />

que hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esa iglesia? -dijo, señalando en aquella dirección.<br />

—¿La Santísima Trinidad? -preguntó él.<br />

—Exacto. Pues bien, ¿qué pasa allí?<br />

—Pues que dicen la misa negra -respondió mistress Perrin.<br />

—¿La “qué” negra?<br />

—La misa negra.<br />

—¿Qué es eso?<br />

—No le haga caso, está bromeando -dijo el <strong>de</strong>cano.<br />

—Sí, ya sé -dijo Chris-, pero soy una ignorante. ¿Qué es una misa<br />

negra?<br />

—Básicamente es una parodia <strong>de</strong> la misa católica -explicó el <strong>de</strong>cano-. Se<br />

relaciona con la brujería.<br />

La adoración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio.<br />

—¿De veras? ¿Quiere <strong>de</strong>cir que “existe” tal cosa?<br />

—No le podría <strong>de</strong>cir realmente. Sin embargo, una vez me enteré <strong>de</strong> una<br />

estadística <strong>de</strong> algo así como cincuenta mil misas negras que se dicen al año<br />

en París.<br />

—“¿En la actualidad?” -preguntó Chris, asombrada.<br />

—Es sólo algo que he oído.<br />

—Sin duda, a través <strong>de</strong>l servicio secreto <strong>de</strong> los jesuitas -apuntó con<br />

malicia mistress Perrin.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!