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El Exorcista de WILLIAM BLATTY

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<strong>El</strong> exorcista<br />

William Blatty<br />

—Vamos a ver; po<strong>de</strong>mos fijar la visita para el miércoles veintisiete. ¿Le<br />

parece bien esa fecha? -preguntó, levantando la vista.<br />

—Sí, por supuesto -musitó Chris, y se puso <strong>de</strong> pie. Se metió la receta en<br />

el bolsillo <strong>de</strong>l abrigo-. De acuerdo; entonces, el veintisiete.<br />

—Soy un gran admirador suyo -dijo Klein, sonriente, mientras abría la<br />

puerta <strong>de</strong> salida al vestíbulo.<br />

<strong>El</strong>la se <strong>de</strong>tuvo, preocupada, y se apretó el labio inferior con la yema <strong>de</strong><br />

un <strong>de</strong>do. Miró fugazmente al doctor.<br />

—¿Entonces no cree usted necesario que la lleve a un psiquíatra?<br />

—No sé. Pero la mejor explicación es siempre la más sencilla.<br />

Esperemos. Esperemos y veamos qué pasa. -Sonrió, alentador-.<br />

Mientras tanto, trate <strong>de</strong> no preocuparse.<br />

—Sí, pero, ¿cómo?<br />

<strong>El</strong>la se fue.<br />

En el camino <strong>de</strong> vuelta, Regan le preguntó qué le había dicho el médico.<br />

—Que estás nerviosa.<br />

Chris <strong>de</strong>cidió no mencionar las palabrotas. “Burke. Lo aprendió <strong>de</strong><br />

Burke”.<br />

En cambio, sí se lo dijo a Sharon más tar<strong>de</strong>, cuando le preguntó si<br />

nunca la había oído <strong>de</strong>cir tales palabras.<br />

—No -replicó Sharon-. Por lo menos últimamente. Pero creo que la<br />

profesora <strong>de</strong> Arte hizo algún comentario.<br />

Se trataba <strong>de</strong> una profesora particular que le daba clases en casa.<br />

—¿Has dicho últimamente? -preguntó Chris.<br />

—Sí, la semana pasada. Pero ya la conoces. Yo pensé que tal vez Regan<br />

habría dicho ‘diablos’, o ‘mierda’, o algo por el estilo.<br />

—A propósito, ¿le has hablado mucho <strong>de</strong> religión, Shar?<br />

Sharon enrojeció.<br />

—Bueno, un poco. Es difícil evitarlo. Hace tantas preguntas, que...<br />

bueno... -In<strong>de</strong>fensa, se encogió <strong>de</strong> hombros-. Es muy difícil. Porque, ¿cómo<br />

le contesto sin mencionarle lo que para mí es una gran mentira?<br />

—Dale varias opciones.<br />

Los días anteriores a la cena proyectada, Chris vigiló celosamente que<br />

Regan tomara sus dosis <strong>de</strong> ‘Ritalina’. Sin embargo, al llegar la noche <strong>de</strong> la<br />

fiesta no había observado ningún síntoma notable <strong>de</strong> mejoría. Por el<br />

contrario, había ligeros signos <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terioro gradual: olvidos más<br />

frecuentes, introversión, y, alguna vez, nauseas. En cuanto a las tácticas<br />

para llamar la atención, aunque no se repitieron las corrientes, apareció una<br />

nueva: afirmaba que se sentía un ‘olor’ repugnante en su dormitorio. Ante su<br />

insistencia, un día Chris fue a comprobarlo, pero no percibió nada.<br />

—¿No hueles?<br />

—¿Quieres <strong>de</strong>cir que hueles algo ahora? -le preguntó Chris.<br />

—Pues, ¡claro!

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