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El Exorcista de WILLIAM BLATTY

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<strong>El</strong> exorcista<br />

William Blatty<br />

Chris se la alargó a Sharon.<br />

—Hazlo por mí, ¿quieres? No tienes más que hablar, y lo mandarán. Me<br />

gustaría estar con el doctor mientras hace esos análisis... ¿No le molesta?<br />

-preguntó al médico.<br />

Él notó la tensión que circuía sus ojos, su mirada <strong>de</strong> ansiedad e<br />

impotencia. Hizo un gesto afirmativo.<br />

—Sé cómo se siente. -Le sonrió con amabilidad-. Yo me siento igual<br />

cuando hablo <strong>de</strong> mi coche con los mecánicos.<br />

Salieron <strong>de</strong> la casa exactamente a las 6.18 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />

En su laboratorio <strong>de</strong>l Complejo Médico Rosslyn, Klein hizo una serie <strong>de</strong><br />

análisis. Primero analizó el porcentaje <strong>de</strong> proteínas.<br />

Normal.<br />

Luego hizo un recuento hemático.<br />

—Demasiados hematíes -explicó Klein- revelarían hemorragia. Y<br />

<strong>de</strong>masiados leucocitos <strong>de</strong>mostrarían la existencia <strong>de</strong> una infección. Busca, en<br />

particular, una infección micótica, que era, a menudo, la causa <strong>de</strong> un<br />

comportamiento extraño. Sacó otro papel para recetar.<br />

Por fin, Klein analizó el índice <strong>de</strong> glucosa <strong>de</strong>l líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o.<br />

—¿Por qué? -le preguntó Chris, muy interesada.<br />

—La cantidad <strong>de</strong> glucosa en el líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o ha <strong>de</strong> ser los dos<br />

tercios <strong>de</strong> la que se encuentre normalmente en la sangre. Si el índice está<br />

significativamente por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> esa proporción, ello revelaría una<br />

enfermedad en la cual las bacterias consumen el azúcar <strong>de</strong>l líquido<br />

cefalorraquí<strong>de</strong>o. Si fuese así, ésa sería la razón <strong>de</strong> su comportamiento. Pero<br />

encontró un nivel normal.<br />

Chris sacudió la cabeza y cruzó los brazos.<br />

—Entonces estamos igual que antes -murmuró <strong>de</strong>sanimada.<br />

Klein meditó durante unos minutos. Finalmente, se volvió hacia Chris.<br />

—¿Tiene usted alguna droga en su casa? -le preguntó.<br />

—¿Eh?<br />

—¿Anfetaminas? ¿LSD?<br />

—¡No! Si la tuviera, ya se lo habría dicho. No, no hay nada <strong>de</strong> eso.<br />

Él asintió y bajó la cabeza.<br />

Luego, levantó la vista y dijo:<br />

—Bueno, entonces creo que ha llegado el momento <strong>de</strong> consultar a un<br />

psiquíatra, mistress MacNeil.<br />

Volvió a su casa exactamente a las 7.21 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Des<strong>de</strong> la puerta<br />

llamó a Sharon. Pero no estaba.<br />

Chris subió al dormitorio <strong>de</strong> Regan. Aún dormía profundamente.<br />

No había ni una arruga en la ropa <strong>de</strong> cama. Notó que la ventana estaba<br />

abierta <strong>de</strong> par en par. Olía a orina. “Sharon <strong>de</strong>be <strong>de</strong> haberla abierto para<br />

renovar el aire”, pensó. La cerró. “¿Dón<strong>de</strong> se habrá ido?”<br />

Chris volvió a la planta baja, justamente cuando llegaba Willie.

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