13.04.2013 Views

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> exorcista<br />

William Blatty<br />

—Hola, Willie. ¿Te has divertido?<br />

—Tiendas. Cine.<br />

—¿Dón<strong>de</strong> está Karl?<br />

Willie hizo un gesto, como si quisiera alejar <strong>de</strong> sí el pensamiento.<br />

—Esta vez me <strong>de</strong>jó ir a ver ‘Los Beatles’. A mí sola.<br />

—¡Estupendo!<br />

Willie levantó dos <strong>de</strong>dos formando una V. Eran las 7.35.<br />

A las 8.01, cuando Chris estaba en el <strong>de</strong>spacho hablando por teléfono<br />

con su representante, Sharon entró con varios paquetes, se <strong>de</strong>jó caer en una<br />

silla y esperó.<br />

—¿Adón<strong>de</strong> has ido? -le preguntó Chris cuando colgó el teléfono.<br />

—¡Oh!, ¿no te ha dicho nada él?<br />

—¿Quién no me ha dicho qué?<br />

—Burke. ¿No está aquí? ¿Dón<strong>de</strong> está?<br />

—¡Ah!, ¿pero ha estado aquí?<br />

—¿Quieres <strong>de</strong>cir que no estaba cuando llegaste?<br />

—Mira, explícamelo todo -dijo Chris.<br />

—¡Oh, ese loco! -refunfuñó Sharon moviendo la cabeza-. <strong>El</strong> farmacéutico<br />

no podía mandar las cosas, <strong>de</strong> modo que cuando vino Burke pensó que él se<br />

podía quedar aquí mientras yo iba a buscar el ‘Thorazine’. -Se encogió <strong>de</strong><br />

hombros-. Tendría que haberme imaginado que haría eso.<br />

—Lo mismo digo. Y entonces, ¿qué has comprado?<br />

—Como me pareció que tenía tiempo, fui a comprar una tela<br />

impermeable para la cama <strong>de</strong> Regan. -Se la mostró.<br />

—¿Has comido?<br />

—No. Pensaba hacerme un bocadillo. ¿Quieres uno?<br />

—Buena i<strong>de</strong>a. Vamos a comer.<br />

—¿Qué resultado han dado los análisis? -preguntó Sharon mientras<br />

caminaba lentamente hasta la cocina.<br />

—No han encontrado nada. Todos negativos. Voy a tener que llevarla a<br />

un psiquíatra -respondió Chris con voz apagada.<br />

Después <strong>de</strong> tomar los bocadillos y el café, Sharon enseñó a Chris a<br />

poner inyecciones.<br />

—Las dos cosas más importantes -explicó- son comprobar que no haya<br />

burbujas <strong>de</strong> aire y estar segura <strong>de</strong> no pinchar una vena. Aspira un poquito,<br />

así -le <strong>de</strong>mostró-, y fíjate que no haya sangre en la jeringa.<br />

Chris practicó un rato en un pomelo. Luego, a las 9.28, sonó el timbre<br />

<strong>de</strong> la puerta. Willie fue a abrir. Era Karl. Al pasar por la cocina, camino <strong>de</strong> su<br />

habitación, saludó con un a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> cabeza y dijo que se había olvidado la<br />

llave.<br />

—No puedo creerlo -dijo Chris a Sharon-. Es la primera vez en su vida<br />

que reconoce un error propio. Pasaron la velada viendo la televisión en el<br />

<strong>de</strong>spacho.<br />

A las 11.46, Chris atendió el teléfono. Era el joven ayudante <strong>de</strong><br />

dirección. Su voz parecía grave.<br />

—¿No has oído aún las noticias, Chris?<br />

—No; ¿qué pasa?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!