You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> exorcista<br />
William Blatty<br />
—No pregunte. -Agregó una cáscara <strong>de</strong> huevo y una pizca <strong>de</strong> sal en el<br />
burbujeante contenido <strong>de</strong> la cafetera. Habían ido al cine, explicó Willie. <strong>El</strong>la<br />
quería ver a ‘Los Beatles’, pero Karl había insistido en ver una película sobre<br />
Mozart.<br />
—¡Horrible! -La mujer hervía <strong>de</strong> ira mientras bajaba la llama <strong>de</strong>l fuego-.<br />
¡Ese cabezota!<br />
—¡Qué pena! -Chris se puso el libreto <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l brazo-. ¡Ah, Willie, ¿no<br />
has visto el vestido que le compré a Regan la semana pasada? <strong>El</strong> <strong>de</strong> algodón<br />
azul.<br />
—Sí, en el armario. Esta mañana.<br />
—¿Dón<strong>de</strong> lo pusiste?<br />
—Está allí.<br />
—¿No lo habrás sacado, por error, junto con la ropa sucia?<br />
—Está allí.<br />
—¿Con la ropa sucia?<br />
—En el armario.<br />
—No, no está. Ya lo he mirado.<br />
Iba a <strong>de</strong>cir algo, pero apretó los labios y miró, ceñuda, el café.<br />
Karl había entrado.<br />
—Buenas noches, señora.<br />
Se dirigió al frega<strong>de</strong>ro para tomar un vaso <strong>de</strong> agua.<br />
—¿Ha puesto las trampas? -preguntó Chris.<br />
—No hay ratas.<br />
—¿Las “ha puesto o no”?<br />
—Por supuesto que sí, pero el altillo está limpio.<br />
—Cuénteme qué le ha parecido la película, Karl.<br />
—Muy buena.<br />
Su espalda era tan inexpresiva como su cara.<br />
Chris inició la retirada mientras tarareaba una canción <strong>de</strong> ‘Los Beatles’.<br />
Pero luego se <strong>de</strong>tuvo “¡Un último disparo!”<br />
—¿Ha tenido algún inconveniente para conseguir las ratoneras, Karl?<br />
—No, ninguno.<br />
—¿A las seis <strong>de</strong> la mañana?<br />
—En una tienda que está abierta toda la noche.<br />
—“¡Dios santo!”<br />
Chris tomó, con fruición, un largo baño, y cuando fue al armario <strong>de</strong> su<br />
cuarto en busca <strong>de</strong>l albornoz, encontró el vestido azul <strong>de</strong> Regan.<br />
Estaba arrugado, sobre una pila <strong>de</strong> ropa, en el piso <strong>de</strong>l armario.<br />
Lo cogió. “¿Qué hace aquí?”<br />
Aún tenía las etiquetas. Recordó que había comprado el vestido, junto<br />
con otras cosas para ella. “Debo <strong>de</strong> haber puesto todo junto”.<br />
Chris llevó el vestido al dormitorio <strong>de</strong> Regan y lo colgó <strong>de</strong> una percha.<br />
Echó una mirada a las prendas <strong>de</strong> la niña. “Bonitas. Bonitas ropas sí, Rags,<br />
piensa en esto, y no en papá, que nunca escribe”.<br />
Al salir tropezó contra la pata <strong>de</strong> la cómoda. “¡Huy, qué dolor!”