13.04.2013 Views

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

El Exorcista de WILLIAM BLATTY

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> exorcista<br />

William Blatty<br />

—¿Un mito?<br />

—Sí, en gran medida -dijo y se volvió hacia Kin<strong>de</strong>rman-. Aunque hubo<br />

gente que murió <strong>de</strong> ese modo, como los miembros <strong>de</strong> una logia que<br />

cometían errores o divulgaban secretos. Es sólo una suposición. Pero sé que<br />

ésa era la ‘marca <strong>de</strong> fábrica’ <strong>de</strong> los asesinos <strong>de</strong>moníacos.<br />

Kin<strong>de</strong>rman asintió.<br />

—Exactamente. Se dio un caso análogo <strong>de</strong> asesinato en Londres. Pero<br />

esto es <strong>de</strong> “ahora”. Quiero <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> estos últimos tiempos, hace cuatro o<br />

cinco años. Me acuerdo que lo leí en los diarios.<br />

—Sí, también yo lo leí, pero creo que resultó ser una especie <strong>de</strong> broma.<br />

¿Me equivoco?<br />

—No se equivoca, padre. Pero en este caso, al menos, quizá pueda ver<br />

usted alguna conexión, con eso y con las cosas que pasaron en la iglesia. Tal<br />

vez algún loco, padre, alguien resentido contra la Iglesia. Alguna rebelión<br />

inconsciente...<br />

—Un cura enfermo -murmuró Karras-. ¿Es eso lo que cree?<br />

—Mire, usted es el psiquíatra, padre. Es usted quien ha <strong>de</strong> opinar.<br />

—Por supuesto que las profanaciones son claramente <strong>de</strong> tipo patológico<br />

-dijo Karras, pensativo, mientras se ponía el jersey-. Y si Dennings fue<br />

asesinado, supongo que el asesino es también un enfermo.<br />

—¿Podría haber sabido algo <strong>de</strong> brujería?<br />

—Es probable.<br />

—Pue<strong>de</strong> ser -gruñó el <strong>de</strong>tective-. ¿De modo que el que hizo eso vive en<br />

el vecindario y tiene acceso a la iglesia por la noche?<br />

—Algún cura enfermo -repitió Karras mientras cogía, malhumorado,<br />

unos pantalones color caqui, <strong>de</strong>steñidos por el sol.<br />

—Mire, padre, comprendo que esto sea duro para usted, mas para los<br />

sacerdotes <strong>de</strong> este “campus”, usted es el psiquíatra, padre, <strong>de</strong> modo que...<br />

—No, ya no lo soy; ahora me han asignado otras tareas.<br />

—¡No me diga! ¿A mitad <strong>de</strong>l año?<br />

—Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la Compañía.<br />

Karras se encogió <strong>de</strong> hombros mientras se subía los pantalones.<br />

—Pero, aun así, pue<strong>de</strong> usted saber quién estaba enfermo por ese<br />

tiempo, y quién no. Pue<strong>de</strong> usted “saberlo”.<br />

—No <strong>de</strong> un modo necesario, teniente. En absoluto. De hecho, si lo<br />

supiera, sería sólo por casualidad. Usted sabe que yo no soy psicoanalista. Lo<br />

único que hago es orientar. De cualquier modo -comentó al abrocharse los<br />

pantalones-, no conozco a nadie que coincida con esa <strong>de</strong>scripción.<br />

—¡Ah, sí, ética médica! Si lo supiera, tampoco me lo diría.<br />

—No, probablemente no.<br />

—A propósito -dijo como <strong>de</strong> pasada-, últimamente se consi<strong>de</strong>ra ilegal<br />

esa ética. No es que pretenda molestarlo explicándole tonterías, pero hace<br />

poco a un psiquíatra <strong>de</strong> California lo encarcelaron por no <strong>de</strong>cir lo que sabía<br />

acerca <strong>de</strong> un paciente.<br />

—¿Es una amenaza?<br />

—¡Qué barbaridad! Lo he mencionado sólo inci<strong>de</strong>ntalmente.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!