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<strong>El</strong> exorcista<br />
William Blatty<br />
—Cuando Burke empezaba a hablar, nunca había diferencias -murmuró<br />
ella con una débil mueca <strong>de</strong> sonrisa-. No, señor. Sólo cuando bebía.<br />
—Terminamos. Hemos terminado. -Kin<strong>de</strong>rman le puso el punto a la<br />
última i-. ¡Oh, no, espere! -Se acercó <strong>de</strong> repente. Mistress Engstrom.<br />
¿Salieron y volvieron juntos? -Hizo un gesto en dirección a Karl.<br />
—No, ella fue a ver una película <strong>de</strong> ‘Los Beatles’ -respondió Chris, en el<br />
momento en que Karl se disponía a contestar-.<br />
Volvió unos minutos <strong>de</strong>spués que yo.<br />
—¿Por qué habré preguntado eso? No era importante. -Se encogió <strong>de</strong><br />
hombros, mientras doblaba el programa y se lo metía, junto con el lápiz, en<br />
un bolsillo <strong>de</strong> la chaqueta-. Bueno, eso es todo. Cuando esté en mi oficina,<br />
seguro que me acordaré <strong>de</strong> algo que “<strong>de</strong>bería” haber preguntado. Siempre<br />
me pasa lo mismo. En tal caso, ¿podría llamarla? -resopló.<br />
Chris se puso <strong>de</strong> pie al mismo tiempo.<br />
—Estaré ausente <strong>de</strong> la ciudad dos semanas -dijo ella.<br />
—Esto pue<strong>de</strong> esperar -la tranquilizó-. Pue<strong>de</strong> esperar. -Tenía la vista<br />
clavada en la escultura, con una sonrisa afectuosa-. Bonita, bonita <strong>de</strong> verdad<br />
-dijo. Se inclinó y la cogió, pasándole el pulgar por el pico.<br />
Chris se agachó para coger un hilo <strong>de</strong>l suelo.<br />
—¿Es buen médico el que lleva a su hija? -le preguntó el <strong>de</strong>tective.<br />
Volvió a poner la figura en su lugar, y se dispuso a marcharse.<br />
Chris lo siguió hosca, mientras se ataba el pulgar con el hilo.<br />
—Tengo muchos médicos -murmuró ella-. De cualquier modo, la voy a<br />
internar en una clínica que es consi<strong>de</strong>rada como muy buena en el tipo <strong>de</strong><br />
trabajo que usted hace, aunque en la clínica manejan virus.<br />
—Esperemos que sean bastante mejores que yo. ¿Queda fuera <strong>de</strong> la<br />
ciudad esa clínica?<br />
—Sí.<br />
—¿Es buena?<br />
—Veremos.<br />
—Manténgala alejada <strong>de</strong> las corrientes <strong>de</strong> aire.<br />
Habían llegado a la puerta <strong>de</strong> entrada. Él puso una mano en el tirador.<br />
—Bueno, ahora podría <strong>de</strong>cir aquello <strong>de</strong> que ha sido un gran placer, pero<br />
en estas circunstancias... -Inclinó la cabeza y la sacudió-. Lo siento mucho,<br />
<strong>de</strong> veras.<br />
Chris se cruzó <strong>de</strong> brazos y bajó la cabeza, haciendo un leve gesto<br />
afirmativo.<br />
Kin<strong>de</strong>rman abrió la puerta y salió. Mientras se volvía hacia Chris, se<br />
puso el sombrero.<br />
—Y que no sea nada lo <strong>de</strong> su hija.<br />
—Gracias. -Sonrió débilmente.<br />
Saludó con la cabeza, en un a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> amabilidad afectuosa y triste, y<br />
se marchó caminando torpemente. Chris lo vio dirigirse hasta un cochepatrulla,<br />
que lo esperaba cerca <strong>de</strong> la esquina, frente a una boca <strong>de</strong> incendio.<br />
Sujetó su sombrero con una mano, pues se había levantado un viento<br />
cortante <strong>de</strong>l Sur. Ondularon los bajos <strong>de</strong> su abrigo. Chris cerró la puerta.