You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> exorcista<br />
William Blatty<br />
<strong>El</strong> <strong>de</strong>tective bajó la cabeza, la sacudió, frunció el ceño y contempló<br />
atentamente el papel arrugado que tenía entre las manos.<br />
—Extraño... <strong>de</strong>sconcertante... -suspiró, con a<strong>de</strong>mán cansino-.<br />
Desconcertante. -Luego levantó la vista hacia Chris-. Míster Dennings<br />
viene a visitarla, se queda sólo veinte minutos, no pue<strong>de</strong> verla y se va,<br />
<strong>de</strong>jando completamente sola a una niña muy enferma. Y hablando con<br />
franqueza, mistress MacNeil, como usted dice, no es probable que cayera <strong>de</strong><br />
una ventana. Por otra parte, una caída no le produciría en el cuello lo que<br />
encontramos nosotros: se trata sólo <strong>de</strong> una posibilidad entre mil. -Hizo un<br />
gesto con la cabeza señalando el libro sobre brujería-. ¿No ha encontrado en<br />
ese libro nada sobre asesinatos rituales?<br />
Sintiendo una premonición escalofriante, Chris negó con la cabeza.<br />
—Tal vez no en este libro -añadió él-. Sin embargo, y discúlpeme, pues<br />
digo esto sólo porque así tal vez pueda pensar algo más, <strong>de</strong>scubrieron al<br />
pobre míster Dennings con la cabeza torcida hacia atrás como en los<br />
asesinatos rituales cometidos por los llamados <strong>de</strong>monios, mistress MacNeil.<br />
Chris se puso lívida.<br />
—Algún lunático mató a míster Dennings -continuó el <strong>de</strong>tective, mirando<br />
fijamente a Chris-. Al principio no le dije nada para evitarle este dolor. Y,<br />
a<strong>de</strong>más, porque, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista técnico, podría haber sido un<br />
acci<strong>de</strong>nte. Pero yo no lo creo. Es sólo una corazonada. Mi opinión es ésta:<br />
primero, creo que lo mató un hombre muy fuerte; segundo, la fractura <strong>de</strong>l<br />
cráneo, más las restantes lesiones que ya he mencionado, harían probable<br />
(probable, no cierto) que míster Dennings fuese asesinado primero y luego<br />
arrojado por la ventana <strong>de</strong>l cuarto <strong>de</strong> su hija. Pero no había nadie allí,<br />
excepto ella. Entonces, ¿cómo podría haber sucedido? Sólo si hubiera venido<br />
alguien entre el momento en que se fue miss Spencer y usted volvió. ¿No le<br />
parece? Tal vez sí. Ahora le vuelvo a preguntar: por favor, ¿quién pudo<br />
haber venido?<br />
—¡Cielo santo, -espere un segundo! -murmuró Chris ásperamente,<br />
todavía bajo el efecto <strong>de</strong>l “shock”.<br />
—Sí, lo siento. Es doloroso. Y tal vez me equivoque. En ese caso, lo<br />
reconocería. Pero, ¿lo pensará? ¿Quién? Dígame quién pudo haber venido.<br />
Chris permaneció con la cabeza baja y el ceño fruncido, en un esfuerzo<br />
<strong>de</strong> concentración. Luego levantó la vista hacia Kin<strong>de</strong>rman.<br />
—No. No puedo pensar en nadie.<br />
—¿Y usted, miss Spencer? -le preguntó-. ¿Viene alguien a visitarla a<br />
veces?<br />
—¡Oh, no, nadie! -dijo Sharon, con los ojos bien abiertos.<br />
Chris se volvió hacia ella.<br />
—<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong> los caballos, ¿sabe dón<strong>de</strong> trabajas?<br />
—¿<strong>El</strong> hombre <strong>de</strong> los caballos? -preguntó Kin<strong>de</strong>rman.<br />
—Su novio -explicó Chris.<br />
La rubia movió la cabeza.<br />
—Nunca ha venido aquí. A<strong>de</strong>más, aquella noche estaba en una<br />
convención en Boston.<br />
—¿Es viajante?