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difunto padre, Pedro Vacé, compró judicialmente tt
pública subasta unas casas en la calle del Sol, númt-
ros I y 2, manzana So, que en la actualidad se kalÍM
comprendidas en el Palacio Huerta de la Reina N ucí-
tra Señora,, de la misma calle del Sol y la de E>*r
bajadores-, habiendo permanecido en la posesion à
ellas hasta que, con motivo de la invasion francesa, h
obligó D . M anuel Romero, M inistro que f j i é de la jm-
ticia {i) en tiempo d el Gobierno intruso, y valido de
prepotencia á que las permutase por otra en la ca!h
de Embajadores] como igualmente obligó d V . E . á
le vendiera la casa almacén de Pescado comprendiá
en la citada posesion, en cuyo estado murió; y habitnt
acudido su marido, Francisco López del Corral, al tímente
de Villa, D . Francisco Asin por la escribanií
del número de D . Tomás de Sánchez y Prado, donk
existen los títulos de pertenencia, solicitando se le dii^
la posesion de una ú otra fin ca de las permutadas á ü
fuerza, no teniendo efecto por haber entregado la
f u é de Romero d los Padres de San Cayetano, de qui^*
antiguamente era, y estar comprendida la de su difuni>
padre en la referida posesión: Hace, Excelentish^
Señor, cinco años que la exponente se halla privada
su haber dotal, que consiste en dicha fin ca , sin ha''i'
percibido cosa alguna de sus productos, sufriendo f-
lo mismo muchos trabajos por carecer de auxilios p
pensable necesidad de implorar el amparo y protecc^
de V. E . para que se la reintegre lo que legitiy'-'-
mente le corresponde.
( i ) Bien pudo llamarlo Ministro de la Injusticia.
condición del cargo, robar á los particulares sus casas, hacer o
ellas Palacios, de este ó del otro nombre, y llamarse, no
te... ¿qué diremos?... canonistas? Si la memoria no nos es ídÍ'
algiin ministro ha hecho en nuestros días lo que Romero fc-
en los suyos.
Sólo que en el Palacio moderno no se recrean los Reyes: