1 - DSpace CEU

El estilo es el hombre; luego yo tendré el mío.
Venimos á la vida y las circunstancias que nos rodean
en el curso de ella dan fisonomía á la índole de
nuestro sér, ó caracterizan la naturaleza de nuestra individualidad;
y en los diferentes períodos de la existencia
es el medio ambiente quien da tonalidad á nuestros
actos, con la que, no siendo siempre idénticos con nosotros
mismos, somos siempre diferentes de los demás.
He ahí la razón de la diferencia de los hombres entre
sí y de la nota propia de cada uno, que constituye su
estilo.
Nacidos en el Alto Aragón, á orillas del Guatizale-
ma, casi equidistante del Ebro y del Cinca, en la villa
de Sesa, también á distancia igual, vía recta, de Hues­
ca, capital de la provincia, y de Sariñena, cabeza del
partido judicial, nos hemos de parecer á nuestros paisanos
en la manera de decir las cosas; lisa y llanamente,
con espontaneidad, llamando pan al pan y vino al
vino, que eso es la celebrada franqueza aragonesa. Hay
excepciones, bastantes por desgracia, que también ha
llegado la civilización á Huesca, pero ya se sabe que las
excepciones confirman la regla general.
Criado en aquel vecindario, esencialmente agrícola,
donde, quizás por no ser menos, cultivan también sus
huertos el párroco y el maestro, el médico y el notario;
é hijo de un labrador á quien ni una sola vez le oí
mencionar la c^sa infanzona de sus padres ni explicar
los atributos del escudo que sano se ofrece hoy mismo