1 - DSpace CEU

el Comisario; pero yo soy vizcaíno, y veremos á ver
quién tiene la cabeza más dura. Lo supimos y nos dió
lástima la gracia desgraciada del concejal millonario,
que no quería ver más que testarudez en la actitud del
Director, que llegó adonde dice su renuncia, sin que á
su vulgar tirano se le ocurriera mejor defensa que ren­
dirlo por hambre, porque le acusó en la renuncia de
conculcador de la ley.
Esa provocación de probar la dureza de nuestras
respectivas cabezas á topetadas, como si fuéramos carneros.
podría merecer la aprobación de sus amigos, pero
debía ser reprobada por el Ayuntamiento, si estimaba
en algo la honra de un servidor suyo y la defensa de
sus intereses.
Verdad que en eso nadie esperaba que se diferencia­
se mucho el Ayuntamiento de la Restauración, de los
que le precedieron desde 1868.
De aquí que no nos sorprendiese la desfachatez concejil
del oficio siguiente, suspendiéndonos de empleo y
sueldo nueve días después de nuestra dimisión.
El Comisario suspende de empleo y sueldo al Director
de los Asilos, en 22 de Noviembre de 1877.
*^Excmo. Sr.: E n uso de mis atribuciones y en bien del
ke dispuesto dejar suspenso de empleo y sueldo