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sar á los que se entrometieron en su iglesita; fuera, en
el edificio, sobre la puerta principal, está el escudo de
la casa del fundador Gam ica, y de él, y de los patíos y
huerta, está su descendiente, el señor Duque de Granada
que, con los tribunales de justicia, hará todo lo que
el caso requiere.
San Isidro no está solo; está todo el edificio por dentro
y por fuera con él, y, aunque al parecer, contra él;
y por añadidura está vacío su templete en el centro de
aquella capilla, casi milagrosa, que Dios quiso que se
le levantara allá á mediados del siglo xvu, y ese tem­
plete sí clamai pro domino suo (i).
(l) cCondicioaes con que y o , Juan de Lobera, maestro en
arquitectura, me obligo de hacer en el medio de la Capilla dti
Señor San Isidro, á donde ha de estar el cuerpo del glorioso
Santo, que ha de ser en la forma siguiente; >
«PrinJieramente se ha de de executar con la traça que para el
dicho efecto está hecha y firmada de mi nombre , haciendo de
jaspes y mármoles á mi cuenti y riesgo todo lo que demuestra la
dicha traçi, hasta los collarines de las colunas y machos de
pilastras, sin que haya cosa alguna que no lo sea, así frantales
como gradas y pedestral sohtt que ha de estar el a r c a d e p l a ­
t a (en) que está el cuerpo del bendito Santo, excepto los adornos
de talla que tienen, que han de ser de madera dorada á imi-
tición de bronce, y los demás ángeles y figuras que hasta el lugar
referido hubiere, haciendo lo demás de los mármoles y jaspes
que se me diere para ello, á elección del Sr. D . Antonio de
Contreras._Siguen las condiciones.— Juan de Lobera.— Son
aceptadas, y se da orden de hacer la escritura de aceptacioiv al
escribano Testa. E l Superintendente de las obras de. la Capilla
de San Isidro.— D . Antonio de C o n t r e r a s .— Madrid y Mayo 31
dei66o.>