1 - DSpace CEU

— ¿De qué año?
- 1 8 7 7 ,
— V en ga.... no hay que decir, que lo besamos, abraxamos
é hicimos mil demostraciones...... y su historia,
•que no conocían los compañeros.
Jacinto no había mentido. A la informalidad, por no
calificar más duramente la orden de la entrega, hubo
de oponerse la formalidad del Secretario Dicenta: «guard
e y conserve usted el expediente».
Mandé hacerle papeleta en el acto, signaturarlo, enlegajarlo,
quedando archivado y libertado del enemigo.
Pero volvió á pedirse de oficio en 1893, y volvimos á
dudar de recuperarlo, aunque con la defensa de constar
registrada la salida y la causa que la engendró, re­
apareciendo al fin en Junio de 1902 y sirviéndonos ahora
al escribir estos datos.
Inri.
L a conclusión de esta empresa, donde se ha derro­
chado la caballerosidad, la nobleza y bizarría, que se
ha visto, contra el pobrete descamisado, fué, dejarle de
pagar su sueldo desde mediados de Noviembre de 1877
4 mediados de Febrero de 1878, mas la gratificación,
•que la hubo, de Navidad, lo cual es, nos parece, la me*
jo r demostración de cuán bien nacidos fueron los que
^ í trataron al autor de la perseguida renuncia.
¿Hemos procedido á lo loco? ¿Hay alma honrada
•que tal afirme? Queda, pues, demostrada la tercera cosa
erplfcita.
¿Se juega ó nó con los expedientes?
Prosigamos.