1 - DSpace CEU

«las incesantes fatigas, conocimieatos sublimes y constancia
infatigable con que aquellas Cortes hicieron la
sabia y apreciable Constitución q u e , declarando los
derechos del hombre libre, le ha puesto al abrigo de la
libertad ( i) , precaviendo los abusos del despotismo,
enjugando lágrimas de los afligidos y haciendo olvidar
lo pasado®, y toda esta parrafada para ponderar cuánto
convenía agasajar la vuelta de la Regencia, echando
los cimientos para la reedificación de la Puerta de T o ­
ledo, por donde había de entrar (2), y «poniendo en la
primera piedra de la obra el actual acuerdo, la Guía
de Madrid de aquel año, unidos con el busto de Fernando
VII y la Constitución déla Monarquía española,
dejando para más felicís días los mármoles y bronces
en que queden esculpidos tan inmortales aconteció
mientos. »
En 25 de Febrero de 1814 se abre en los Estudios
de San Isidro la cátedra donde ha de explicarse á los
chicos la Constitución, á cuyo a cto , para ennobl^
cerlo, envía á los capitulares Marqués de Castelfuerte y
Teodoro Santos, el Corregidor, Conde de Motezuma (3).
(1) Buen gabán para un invierno crudo.
(2) En Los toros de Bonaparte consta la demolición de esta
puerta y el arco de 81 pies de altura que alzaron en su lugar
para que entrara Trajanín, de vuelta de la conquista de Anda'
lucía, como decían los afrancesados de Madrid.
[Mal empleados gastos los de 1810 y los de 1813! Es qua
empezaba el reinado de la farsa de la política 6 de la... libertad
callejera.
(3) En cuanto triunfó la revolución (1820) se impuso la obligación
de explicar el Código de Cádiz á los Padres Escolapios
de San Femando y San Antón, á los Trinitarios de Doña María
de Aragón {hoy Senado), á los Dominicos de Santo Tomás (parroquia
hoy de Santa Cruz) y á los Jesuítas del Colegio Impe«
rial (Instituto de San Isidro).