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siones, residencias, pedir limosna, administrar haciendas
ú otra cualquier cosa, causa ó razón. V. E. podrá informar
á S. A. como proponen ó resolver como siem­
pre lo más justo. Madrid 14 de Julio de 1815.— Brin-|
gas (Juan José).»
Otra es la opinión del Personero (aunque un año después)
al decir «que, sin embargo de la condición de
Millones, si el rvdo. obispo y pueblos de Mallorca están
conformes en que se establezca allí la Casa Rural que
solicitan estos monjes, y de ello no puede seguirse detrimento
ni al pueblo ni á las regalías de S. M., antes sí
utilidad en que un campo yermo ¿inculto que no pudo
ni puede prestar utilidad alguna á la sociedad en otras
manos, se reduzca d cultivo y probecho temporal y es­
piritual, conviniendo en ello las demás ciudades de voto
en Cortes del Reino (i), puede accederse á la pretensión
sin ejemplar (2), mediante á que no es fácil que se
reúnan con frecuencia causas tan extraordinarias como
ias que motivan la anterior solicitud, etc.— Sampe-
layo.»
EL CONVENTO DE SAN GIL
Menos mal, para el guardián y comunidad de San
Gil, ser, por decirlo así, de casa, que si nó, se queda á
(1) ¿Y si abundan los señoritos que no saben si el trigo es
producto natural 6 artificial, como el agua de Colonia ó U
bandolina?
(2) Sm ejemplar, y al que convierta un pedregal en tabla
de doradas espigas, á la cárcel, y si reincide, á la horca. ¡Caramba
con los labradores, y qué brutos que son! ¡Huelen á sudor,
tienen la cara tostada y curtida, y las manos como liiasl luf!
jqué oscol