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suya, sino que deseaba enterarse de lo que pasaba en
la cuestión administrativa.
Que á su modo de ver, añadió, creía que el Sr. Eguiluz
estaba algo ofuscado, porque según había dicho,
había habido un empleado que había presentado su
dimisión, y después le había suspendido; y no comprendía
cómo presentada aquélla, cabía tomar esta deter­
minación.
Que sentía que se repitiesen ciertas escenas, doblemente
cuando los cargos de Concejal y Comisa­
rio eran distintos, siendo éstos la representación del
Alcalde en los diferentes ramos, servicios 6 dependencias,
los delegados de aquella autoridad, en virtud de
los poderes que les da, puesto que el Ayuntamiento no
los nombra.
Que deseaba, pues, que con sangre fría, sin molestar
á nadie, se viese que el empleado, que estaba en San
Bernardino con el beneplácito del Ayuntamiento, porque
suponía que se habría buscado para desempeñar
el destino persona digna y decente, de la cual el Comisario
no habría tenido queja. (El señor Comisario mani­
festó que las había tenido graves.) E l Sr. Luna continuó
exponiendo que para S. S. no las había habido, cuando
no las había traído al Ayuntamiento, juzgando que pro­
cedió muy mal en no dar cuenta de ellas: que ahora,
por primera vez, venía una cuestión entre el Comisario
y un inferior, que necesitando de un sueldo para vivifi
porque creía que las cosas en San Bernardino no
chaban de un modo regular, presentaba su dimisión*
fundada, sin meterse en la honra de los demás, supl''
cando que se leyese dicho documento.»
«El señor Presidente dijo, que indudablemente la d''