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ello sexo. Mujeres educadas desde su tierna edad en la
clausura, con maestras y directoras escogidas y probadas,
se^un las reglas del gran Sales, de que carece
Valencia, conservan el pudor é inocencia de costumbres,
y puestas en matrimonio, son el bien de las casas y de
sus fam ilias, que trasciende con mucha influencia a l
del Estado, lo que con mucha dificultad se consigue
por medio de seglar as (sic) por más instruidas y probadas
que sean; porque nunca pueden precaver todas
las casualidades, atractivos y distracciones que d cada
paso presenta el mundo. N i aquella carga es aplicable
á otros conventos, que no exigiéndola p or instituto, carecen
de la instrucción selecta i indispensable.
Cuanta utilidad trae á una casa y fam ilia instruida
V bien educada, lo expuso, asegura y dejó escrito plu-
*na de otra ilustración y acierto día del personero {i).
Nuestro sabio Gobierno y nuestro amado inmortal soberano
que, empleando sus continuos desvelos no p erdonan
medio á establecer y extender este importantísimo
asunto de selecta enseñanza d la tierna juventud,
S. M. al asunto del dia, no obstante a l antiguo convento
de enseñanza del monasterio de Salesas en esta
Córte, dió su R ea l licencia para e l 2.‘' del propio instituto.
Este es el sentir del Personero. N o obstante,
V. S. resolverá como siempre lo que estime más acertado.
Madrid r j Agosto 1807. — Juan Paura Yarza
Martínez.*
Casi todos votaron el informe de Bringas y desestimaron
el de Faura Yarza Martínez (2).
Con el primero, Gómez Lozano.— Del Río.— Diosda*
( o El pobre lo confiesa, es torpe; y por serlo, no dice qué
pluma es á la que alude.
(*) ¿Entenderían el bien sentido y endiabladamente expresado
informe de Faura?