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:on mitra, y religiosos calzados y descalzos, y golillas
le distinción, me aseguran que el motín de Esquilache
j s fruto de los jesuítas, y que no habrá paz en mis Es-
ados sí no los lanzo de ellos, siendo así que el derecho
le propiedad lo puedo hacer derecho propio, por mil
azones: la primera, quia noniinanor /eo, y la principal,
; 'uia sum fortior; convertidas en substancia para el real
juchero, casas, haciendas, iglesias, oro, plata y libros,
I statuas, y cuadros; y dado que sin utilidad nadie se va
I los infiernos; pues, jeal á paseo los Padres, á casa sus
¡ ertenencias; y al Tesoro real se fueron desobligadas,
•erque así S. M. lo quiso, de pagar carreras, dotes, esi
Qclas, limosnas y otros auxilios que la caridad de los
( enantes había fundado en bien de familias pobres, 6
1 e sus parientes, ó de sus convecinos, ó de sus comatriotas.
Pero esto fué empezar: tras de tales hazañas
ndrán otras.
Y ahí tienen ustedes á Carlos IV aumentándolas con
% venta de las fincas de los propios y arbitrios del
I íino, los bienes de los hospitales, hermandades, patro-
( atos y obras pías; barrenando el derecho de propie-
( ad, y privando de sus beneficios al pobre y al enfermo,
fc e habrán de consolarse con las palabras de reyes y
^nsejeros que decían que por ese camino se va al me-
ramiento de todos, á pesar de decir lo contrario el
fe imbre de la familia y la mortandad de los hospitales.