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Ministros y Regidores, y al que los recibe, sin mirar á
o que se expone, que es el Señor Fernando VII.
La representación al Rey en 1814, como las anterío-
es(i); de la Real Cámara al Consejo, acompañada de
Real orden; del Consejo, en 18 18 , al Ayuntamiento,
^ue, mediante informe de los Procuradores General y
ersonero, contesta en 1819 al Consejo, haciéndolo
eneralmente conforme con lo opinado por éstos, 6, si
iscrepan, votando con el que se opone á la petición,
quí no discreparon; Bringas, ya se sabe, esta clase de
nuelas las sacaba siempre con el mismo instrumento,
on la condición de millones que prohibía, etc,, pero
u adlitere picaba más alto é informó que empleasen
os alciranos el sistema lancasteriano, equivalente al laí-
isrno de nuestros días. Esto dijo el Personero no nom-
rado hasta aquí, y, como luego, en juram ento va
ser el director de orquesta, sepa el lector que ha­
lamos de la figura histórica que aparece en el Corre-
imiento de Madrid en los tiempos en que empieza á
clipsarse la estrella de los franceses y de los afrance-
ados (y que no hizo mal papel), y que ahora toma caris
en los despilfarros para tentar á Fernando VII; es el
'* en 1820, y, al lado siempre de los revolucio-
arios, reaparece uno de tantos en la vergüenza mayor
e España en la primera mitad del siglo x ix , que fué el
ronunciamiento que llaman glorioso (como que murió
n miliciano) (2) de i.® de Septiembre de 1840, cuando
( l) Archivo; 2— 364— l i .
H o o Sánchez, cabo l.® de la compaliía de Cazadores
• Batallón de la Milicia Nacional.
^dre, Leona Sanz, que cobró cuatro reales diarios de
n desde el día 4 de aquel m es; Isabel Sánchez Aguilen«