Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo
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- XIX -<br />
Esto ya ni es barco, ni ir por la Indochina, ni más que un patio de conferencias que igual<br />
podría estar en el Congreso hirviendo comentarios...<br />
La francesa tiene la culpa de la sorda tempestad que llevamos dentro, sobre el mar sereno.<br />
Despierto el pasaje más temprano, por la campanilla del sacris, para la misa de domingo,<br />
yo, en vista de que la Noche-buena se acerca, había propuesto a mi sección dramática un<br />
ensayito antes de almorzar. En la saleta, rebosante de matinales alegrías, prodújose de<br />
pronto un movimiento de estupor: la francesa entraba... ¡la francesa, con una humilde vieja<br />
que le tiene para su servicio el indio! La francesa, con uno de sus más llamativos trajes de<br />
sedas y de blondas, ¡llena además de brillantes!... El estupor tradújose en protesta, y aunque<br />
siguió el<br />
ensayo, fueron desfilando las damas y apenas si entre las del público quedó otra, con la<br />
intrusa y con la vieja, que Lucía, hasta el final.<br />
Lucía, sí, permaneció..., enfrente, en su diván, indiferente a la pintada y llamativa mujer de<br />
escándalo, con la cual, y contra lo que pensábamos de los miramientos del indio a su hija y<br />
a la tiesa miss, la miss y el indio han formado grupo.<br />
Y al salir..., al volverse madama hacia su cámara, acompañada del indio... ¡oh, esto es un<br />
huracán de indignaciones!... Por lo pronto hallo un corro de hombres, en que todos los de<br />
nuestro pasaje se agolpan, oyendo acaloradamente discutir a <strong>Al</strong>berto contra Enrique y el<br />
tenientito de cazadores. A gritos. Las rígidas intransigencias de <strong>Al</strong>berto irritan y extreman<br />
también las respuestas de los otros. Sostiene el uno en redondo, así, que no ya entre las<br />
señoras, que tú en el barco debían admitirse mujeres de esta laya. Forman raza aparte...<br />
aparte de la sociedad. Pues, allá ellas: si quieren venir a Filipinas, que se formen una línea<br />
regular<br />
de navegación de... niñas, o que se vengan nadando! -Contéstanle que...<br />
Nada de sociedad aparte, ni de razas... desde el punto en que el gobierno las regula y las<br />
hace pagar contribución. Un oficio, como otros. Llevan su dinero, ganado legalmente, y no<br />
hay Compañía que pueda negarles el billete, como se lo negaría a un ladrón... Y luego allá<br />
privadamente cada uno con su moralidad de su capa un sayo... No tienen los Gobiernos que<br />
ver con sus moralidades, sino con conveniencias: el ladrón no le conviene a las gentes, y lo