11.05.2013 Views

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

151<br />

primero, y que fue para él una nueva rastrería.<br />

Queda terminado el programa a la hora de comer, y se cuelga encima del piano. Hay<br />

últimos ensayos sueltos de música, entre la comida y el lunch de las ocho, e<br />

inmediatamente se procede, en el comedor, al ensayo general.<br />

Vemos con asombro que el programa es enorme, cinco números de canto, dos de piano a<br />

cuatro manos, dos con el violín, las dos piezas y unos juegos de manos que ha brindado el<br />

doctor Roque.<br />

Concluidas las piezas a las doce, todavía falta que ensayar la romanza de la india y el<br />

número que Charo le acompaña al violinista... La concurrencia sigue, pues, en el salón, por<br />

las mesas, cuando Sarah pasando junto a mí, me desliza:<br />

-¡Sube!<br />

Y se filtra a la cubierta.<br />

No mucho después, subo.<br />

Tal vez llevaba ella la esperanza de que nos encontraríamos solos, como media hora antes,<br />

en que pudo, al menos, darme un rápido beso feroz, de los suyos; pero hay gentes,<br />

dormitando, aquí y allá, y me espera donde siempre.<br />

No hago falta yo, abajo, ni ella. Quiere pues la charla del cristal.<br />

Mas apenas he instalado mi canapé en el hueco de la lampistería y nos hemos saludado,<br />

siento dos que llegan, cubierta abajo, por estribor. Se sientan.<br />

Pero se han sentado tan cerca, en dos mecedoras allí encontradas, que no los separan de mi<br />

cabeza más que las cuerdas del torno. No los conozco, a la semisombra, mas sí por la voz:<br />

Pascual, Enrique.<br />

-Quiero hablar con usted largamente -ha dicho fúnebre Pascual.<br />

Y mientras ellos, en un grave silencio de espera, durante el cual el ex-conserje ofrécele un<br />

cigarro de picado al húsar -cosa que me tranquiliza respecto a la buena armonía de la<br />

entrevista; y mientras ellos lían y encienden despacio el cigarro, en prólogo de mayores<br />

lentitudes, oigo tras la persiana la voz de Sarah, que los ha oído también:<br />

-¡Maldita sea!... ¡Adiós, Andrés... ¡es tarde!<br />

Yo no puedo imitar a Sarah (que se salva por la puerta del otro lado), sin que al moverme<br />

me delate... Además, intrígame qué cosa tenga que decirle a Enrique el buen Pascual, que<br />

empieza así:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!