Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo
Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo
Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
191<br />
-¡Tarde!... ¿Tarde... con respecto a qué respetos o etiquetas, debidas a quién, por nosotros? -<br />
digo despacio, levantándome más despacio, en obediencia, sin embargo.<br />
Y el pensamiento de que voy a salir, de que un segundo después no la veré, de que no<br />
volveré a verla más en mi vida, me da un frío de miedo que me hace arrojarle a su<br />
turbación:<br />
-¡Olvida usted, Lucía, que habría sido igualmente tarde a las diez, que no sería, más tarde al<br />
alba, cuando yo la hubiese oído de <strong>Al</strong>berto cosas que me importan por la amiga, como a<br />
ella las de Sarah por mí; olvida que diciéndonos estas cosas, de alma a alma, estamos, un<br />
minuto<br />
igual que muchas horas, bajo la fatalidad que para las gentes condena al secreto y casi a la<br />
traición nuestra entrevista!<br />
-¡Ah! ¡Cierto, sí! -conviene acercándose.<br />
Mas como el asenso está en su acento y no en la voluntad, ni en el ademán que sigue<br />
temeroso sin volver a invitarme a que me siente, yo la miro suspensa de irresolución al lado<br />
de su mecedora..., y yo siento, profusas y no sé qué evidencias, por mi ser entero, de que si<br />
nos separásemos en este instante nos dejaríamos los dos no sé cuáles impresiones de<br />
insinceridad, de falsía, de cobardía.<br />
Me ahoga el ansia de como ella antes a mí su vaga duda audaz perfumada de pureza...<br />
Calla, e ignoro yo adónde va a llevarme el impulso, pero me entrego a él -con rabia;<br />
-Eran en verdad, amiga mía, un poco más grandes que yo, que usted misma, nuestros<br />
abandonos de gentil ingenuidad y de franqueza... Debían hallar un límite, y ya lo ve...<br />
acaban de encontrarlo..., ¡en lo más nimio<br />
y punto menos que previsto..., en un poco más de sombra, en un poco más de hora en el<br />
reloj, en un poco más de soledad en esa plaza!<br />
Deténgome, porque tengo que ir recogiendo en fondos profundos de mí mis sensaciones.<br />
Separándonos tres pasos, y ella escucha con la cabeza baja, con la mano en el respaldo... un<br />
poco también en la abrumada actitud que si oyese a una conciencia,... -como ella me dijo<br />
aquella noche.<br />
Parécela, indudablemente, que lo que digo, que lo que haya de decir, lo arranco también de<br />
su carne, de su alma...<br />
Y digo -sin más que trasladar de mi alma y de mi carne sus lamentos: