Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo
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«Parece un extraordinario original y no es casi constantemente más que un extraordinario<br />
ejecutante de Wagner y de Nietzsche. Es el supra-artista que corresponde al superhombre<br />
ridículamente genial.»<br />
Otras se refieren a la técnica, en sorprendente relación inesperada, al pie de la más exquisita<br />
e ideal divagación:<br />
«Labor al revés de inventarismo zolesco. Persigues en tu interior - tu universo- la vibración<br />
sensible, hasta dejarla agotada en un analicismo científico de sutil psico-fisiologista que te<br />
quita sugestionabilidad, quitándole al lector toda emocional colaboración. ¡Ah, si Zola y tú<br />
no fuerais los contrarios prolijos prodigiosos!»<br />
Otras, largas, con mayor rencor, se extienden y se cruzan por las márgenes:<br />
«Insuperablemente conciso y exquisito cuando hunde su hipersensibilidad en las bellas<br />
cosas directas que se la enfrenan y objetivan (las aguas de Venecia y los galgos, en El<br />
fuego, y la fuente en este libro) es majestuosamente insoportable cuando se desborda él<br />
mismo de sí mismo o sobre aquello que no le domina la imaginativa exuberancia en gracia<br />
y naturalidad -como en el discurso del palacio de los Dues y en la romería de mendigos del<br />
El triunfo de la muerte. La Vida: esto es lo que no ha vivido jamás, intensamente, sino en el<br />
viejo arte de los otros, el supra-artista. Tal mujer es la resurrección orgullosamente<br />
confesada de tal mito, de tal dantesca visión, de tal gesto de Leonardo; tales manos, no son<br />
como esto o aquello que pueda ver cualquiera en los cielos o la tierra, sino «como los de la<br />
virgen de Rafael que está en el rincón tal de la sala cuál del Vaticano» o «como las de las<br />
de la estatua de Fidias que yace sola en el murado jardín de...»<br />
Oigo:<br />
-¡Qué antipáticos se ponen ustedes con los libros!<br />
Es Pura, sola, no lejos de mí, tres sillas al medio, bostezando.<br />
-¡Cómo! ¿No le gustan?<br />
-¡Bah!<br />
-¿Cuáles ha leído?<br />
-¿Yo?... Ninguno. Estaba deseando a los doce años salir de la escuela por tirarlos.<br />
-¿Y entonces, en qué se distrae usted?