11.05.2013 Views

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

Trigo_Felipe-Del Frio Al Fuego, Ellas A Bordo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

61<br />

traduciendo el inglés, valiéndome de mi poco de alemán, mejor que el alemán mismo. No<br />

teme igual, duda, Lucía, de su marido, a quien le esquiva preferencias literarias y sus más<br />

sutiles pensamientos con estas políglotas habilidades.<br />

Voy repasando las notas manuscritas.<br />

Dice aquí:<br />

«¡Oh, soberano artista que me irrita!»<br />

Aquí es el pasaje de la irrupción de aguas en la fuente:<br />

«¡Admirable! ¡Admirable!... No es posible fundir más el alma y la vida y el agua y la<br />

piedra. Así la palabra inimitablemente dominada puede lograr, etéreamente, más armónica<br />

fluidez, y plásticamente, más riqueza de color y de relieve, que la música, que la pintura,<br />

que la escultura.»<br />

Sin embargo, es cierto: le irrita. Parece concederle una violenta admiración rabiosa de no<br />

poder dejar de concedérsela:«Ni con todo el talento de D'Annunzio se tiene derecho a una<br />

ignorancia tan completa del conjunto de la vida.»<br />

Hay en estos rápidos juicios de ingenuo rigor un aplomo indiferente... de mujer dulcemente<br />

indómita, que me aturde. Parece que estoy oyendo su voz en el mismo ritmo pausado con<br />

que la oí hablarle a Charo, el otro día, del alcohol de los rizados; con que la he oído<br />

conversar acerca de los jaires de las faldas de campana... ¿Y acaso suponen más las<br />

maravillas del arte que los lazos y los rizos? He aquí, en efecto, otra nota que confunde<br />

gentilmente ambas cosas:<br />

«Clara Mill, elegante neoyorkina, discurrió vestirse siempre de verdes, ya que nadie usaba<br />

este color; para ir como ninguna, según mi Moniteur de la Mode. Gustó en París, y al año<br />

estaba de verde media Europa. Clara se volvió a su tierra dispuesta a vestirse de negro y<br />

amarillo. Debe de ser terrible esto para un artista que no pueda igual mudarse de arte que de<br />

frac.»<br />

Pregunta ahora, con llamada al pie de estos renglones: y yo, después de haber calmado cada<br />

día con cualquier acto mi necesidad de predominio sobre los hombres, iría a tu amor...<br />

«¿No es ésta la cruel incertidumbre de superioridad, teniendo que reafirmarse cada<br />

veinticuatro horas?»<br />

Otras notas concretan, enlazan:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!