San Francisco - ArqueologÃa Ecuatoriana
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132 SAN FRANCISCO UNA HISTORIA PARA EL FUTURO<br />
La relación entre el dato histórico-arqueológico y la evolución topográfica, de acuerdo<br />
a las líneas de nivel, planteaba un proceso de edificación en el refectorio, sala De Profundis<br />
(cimentación oeste) y Claustro de Servicios (cimentación oeste) que establecería<br />
una concatenación de eventos constructivos orientados hacia el oeste, siguiendo una línea<br />
de prolongación de la crujía norte del Claustro Principal.<br />
Asumiendo que las transformaciones arquitectónicas dieron paso a un aprovechamiento<br />
del área entre la sacristía y Claustro de Servicios, se proyectó la construcción en<br />
un futuro del Claustro de Lavanderías. Esta última edificación cerraba el espacio junto a la<br />
sacristía a modo de Claustro. La remodelación arquitectónica contempló la construcción<br />
en piedra de la escalera de caracol que suministraría una ágil circulación entre todos los<br />
Claustros y la iglesia, obteniendo —posiblemente para finales del siglo XVII— una unificación<br />
estructural de comunicación entre todas las dependencias. Esta sucesión de eventos<br />
estableció una cronología en la expansión espacial de la comunidad hacia el área norte y<br />
oeste de la Iglesia de <strong>San</strong> <strong>Francisco</strong>.<br />
Como estableció la evidencia entre los niveles natural y constructivo, el área norte de<br />
la Iglesia de <strong>San</strong> <strong>Francisco</strong> representó un mayor desafío a los arquitectos del siglo XVI, por<br />
tratarse de un terreno en declive.<br />
Un cementerio del período prístino colonial<br />
Las características de los entierros del área del Zaguán mostraban rasgos de una etapa<br />
previa a la construcción del Claustro Principal, pues estos entierros primarios denotaban<br />
la conjunción de lo prehispánico con los nuevos conceptos foráneos en relación al ritual<br />
funerario.<br />
La interrelación de lo nativo con una nueva ideología se encontraría en un período<br />
de transigencia e incorporación de los indígenas a través de sus representantes o caciques.<br />
Estos últimos compartiendo el nuevo mandato sobre las etnias locales de acuerdo con las<br />
políticas de conquista y reorganización del espacio económico-social prehispánico.<br />
Excavar el sitio para las diversas exhumaciones, en el siglo XVI, dio paso a una remoción<br />
del contexto original. En varios casos, los restos depositados en un primer momento fueron<br />
removidos parcialmente al realizar una nueva fosa para enterramientos posteriores. Como<br />
consecuencia de esta acción, el trabajo arqueológico registró varias procedencias de carácter<br />
secundario. El accionar funerario, a su vez, entremezcló ofrendas depositadas junto a los entierros.<br />
Sin embargo, la mayor concentración de cerámica de continuidad o de características<br />
prehispánicas se encontraban en el estrato natural correspondiente a los rasgos primarios.<br />
Todos los esqueletos fueron depositados de espaldas, con las piernas extendidas, los<br />
brazos junto al cuerpo o descansando sobre el estómago con los dedos entrecruzados o<br />
una mano junto a la otra. La tierra junto a los esqueletos se encontraba suelta y granulada<br />
con pedazos de carbón.<br />
Las diferencias estaban marcadas por elementos del ritual funerario, como es el<br />
caso de los entierros registrados E 1 A y E 12 D, este último estaba depositado en un fardo<br />
funerario, que es una envoltura realizada con estera o petate luego de cubrir el cadáver<br />
con ocre.