San Francisco - ArqueologÃa Ecuatoriana
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UNA HISTORIA PARA EL FUTURO SAN FRANCISCO 323<br />
Bernardo Rodríguez<br />
El pintor de la luz y el color<br />
A partir del siglo XVIII el arte comenzó a valorarse; pero, la decadencia del imperio de los<br />
Austrias que afectó a la economía de España y de América, también marcó una época de<br />
recesión en las artes.<br />
Bernardo Rodríguez, uno de los pintores más destacados de este siglo, surgió precisamente<br />
cuando la pintura quiteña atravesaba por esa situación. En el convento de <strong>San</strong><br />
<strong>Francisco</strong> pintó una serie de lienzos representativos de los milagros de <strong>San</strong> Antonio de<br />
Padua y una Inmaculada coronada por la <strong>San</strong>tísima Trinidad. En 1797 y 1783, respectivamente,<br />
pintó a <strong>San</strong> Camilo de Lelis y el Descendimiento.<br />
Satisfacía la demanda religiosa de su clientela con uno de los temas más codiciados:<br />
la Flagelación de Cristo. Posiblemente se inspiró para ello, en los grabados de un libro de<br />
Reinies y Josua Altens, que contiene las principales imágenes del Antiguo y Nuevo Testamento.<br />
Precisamente dos de esos grabados fueron reproducidos por Bernardo Rodríguez<br />
en los cuadros de <strong>San</strong> Pedro y <strong>San</strong> Pablo de la Iglesia de la Catedral.<br />
En el convento de <strong>San</strong>to Domingo reposa una de sus mejores pinturas: la representación<br />
de las Almas, realizada hacia 1794. En el de <strong>San</strong> Agustín pintó los lienzos de los doctores<br />
de la Iglesia, que se conservan en la sala superior del convento.<br />
Su pintura, llena de rojos y azules intensos, utiliza como elementos decorativos las<br />
famosas rocallas, típicas del rococó francés, e introduce la arquitectura neoclásica en los<br />
fondos, influencia que el arte recibía de la nueva corte del rey de España, perteneciente a<br />
la Casa de los Borbones, de Francia.<br />
Manuel de Samaniego y Jaramillo<br />
El artista más destacado del final de la Colonia<br />
Discípulo y pariente de Bernardo Rodríguez, su obra data de finales del siglo XVIII y principios<br />
del XIX. Nació en el barrio de <strong>San</strong> Blas poco antes de 1767 y se casó muy joven con<br />
Manuela Jurado López de Solís, que al parecer era pariente de Vicente López de Solís, platero<br />
de renombre.<br />
En 1803 Samaniego recibió el encargo de erigir el duomo de la Iglesia de la Catedral<br />
cuando el arquitecto español don Antonio García, quien había iniciado la obra, tuvo que<br />
regresar a Popayán. De estos dos datos se colige que, además de la pintura, Samaniego<br />
practicaba también la arquitectura.<br />
Su estilo se caracteriza por la armonía cromática lograda mediante la aplicación de<br />
sus colores favoritos: el azul, el rojo, el verde y el blanco. Gustó del uso de suaves veladuras,<br />
que dieron a su pintura una frescura y una gracia, resaltadas por la perfección del dibujo.<br />
Destaca el tratamiento de los paisajes, las aguas y la arquitectura, ésta última con características<br />
neoclásicas. Los temas más representados fueron la Divina Pastora, la Inmaculada,<br />
el Tránsito de la Virgen. En la Iglesia de la Catedral se encuentran la Asunción de la Virgen,<br />
el Nacimiento del Niño Dios, la Adoración de los Reyes Magos, el Sacrificio de <strong>San</strong> Justo y