San Francisco - ArqueologÃa Ecuatoriana
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UNA HISTORIA PARA EL FUTURO SAN FRANCISCO 143<br />
Restos culturales de continuidad<br />
Cerámica Inca<br />
Análisis cerámico<br />
El proceso seguido para las excavaciones en los diferentes sectores del área conventual e<br />
iglesia permitió el rescate de información sobre su evolución, tanto estructural como de<br />
uso singular del espacio. La diversificación del material cultural asociado a contextos específicos,<br />
como el caso de los entierros en el área del Zaguán, hizo posible establecer una<br />
cronología del uso espacial.<br />
En el caso de la cerámica prehispánica, su dispersión mantuvo una constante dentro<br />
de los diferentes sectores de apropiación temprana por parte de la comunidad franciscana.<br />
En los años siguientes a 1535, año de fundación del Convento, se procedió a la remoción<br />
parcial del sitio, con fines constructivos. Esta remoción, sin embargo, no destruyó<br />
los contextos basados en la creación de una nueva estratigrafía artificial. El principio de<br />
asociación de los objetos se ve disminuido, pero no desvanecido. Este análisis del proceso<br />
de formación estratigráfica en un sitio urbano conceptualiza los principios básicos de la<br />
sobreposición, asociación y recurrencia dentro de la Arqueología.<br />
La cerámica Inca tuvo mayor incidencia en la parte central del conjunto conventual,<br />
esto es en la iglesia y las áreas de enterramientos tempranos de la clase indígena de los<br />
siglos XVI y XVII (Zaguán y Atrio); los restos de la iglesia que representaban el 25,4%, del<br />
Claustro Principal el 39,4% y del Zaguán con 27,1%, son los más altos porcentajes de cerámica<br />
Inca. En los otros sectores, como el Claustro de Servicios, no se registró cerámica de<br />
este período, posiblemente por el desbanque ocurrido en el sector debido a la planificación<br />
constructiva que comenzó en 1567. Esta remoción del estrato cultural prehispánico<br />
se puede ocultar en la tierra de relleno de los pozos de cateo 25 y 26.<br />
Por el estado fragmentado de la cerámica del Convento de <strong>San</strong> <strong>Francisco</strong> no fue posible<br />
establecer con certeza una tipología amplia de formas. Se optó por conformar categorías<br />
basadas en los tiestos diagnósticos, como aribaloides, ollas, platos (escudillas) y queros.<br />
En este sentido, la división de Meyers se adaptó mejor a la problemática de la muestra.<br />
En la primera categoría conventual estarían las formas A, B, C y D; en la segunda categoría,<br />
E; en la tercera, F; y en la cuarta, la división G de la clasificación de Meyers.<br />
En las provincias, el aríbalo predominaba sobre las otras formas de cerámica. La alta<br />
incidencia de esta forma fuera del núcleo del Imperio podría estar relacionada con el aprovisionamiento<br />
de alimentos y chicha para las tropas del incario. Su importancia se debe a<br />
un aspecto ideológico, pues es el recipiente que contiene el aswa, que es un elemento de<br />
aproximación personal, hospitalidad y ofrenda ceremonial. Actitudes seguramente practicadas<br />
con mayor frecuencia en las nuevas áreas conquistadas, como un paso para formar<br />
alianzas locales.<br />
La distinción de aspectos morfológicos para la división E, como el labio recto y el pedestal,<br />
fue el principal requerimiento para clasificar las vasijas de carácter utilitario, como<br />
las ollas para la cocción. En el porcentaje establecido para esta categoría, solo el 3,27%<br />
estaría cumpliendo su función utilitaria en la preparación de alimentos. Esta asociación