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LDERES EN GUERRA: - Aníbal Romero

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entre los diversos componentes del compromiso de su país durante la guerra. El<br />

«compromiso continental» de Gran Bretaña tenía un ingrediente político, otro<br />

estratégico y otro operacional; desde el punto de vista operacional estaban<br />

plenamente justificadas las críticas a las decisiones estratégicas y tácticas que tanto<br />

habían contribuido a acrecentar los costos humanos y materiales del conflicto; pero<br />

esto no implicaba necesariamente cuestionar el fin político de la participación<br />

británica en la guerra. Al fin y al cabo, ¿cuál había sido el propósito de la intervención<br />

británica en el conflicto?; para responder brevemente: el propósito fue impedir la<br />

hegemonía alemana en el continente. ¿Era válido ese objetivo desde el punto de<br />

vista de la seguridad de Gran Bretaña y de su imperio? Varios siglos de historia<br />

obligan a dar una respuesta afirmativa a esa pregunta. A pesar de ser un poder<br />

insular, el destino de las islas británicas ha estado y sigue estando inextricablemente<br />

ligado al del continente europeo como un todo, pues como lo explica Michael<br />

Howard: «la seguridad de Gran Bretaña está básicamente conectada a la de<br />

nuestros vecinos continentales ya que el dominio de la masa terrestre europea por<br />

parte de un poder hostil haría casi imposible la preservación de nuestra<br />

independencia nacional y de nuestra capacidad para mantener un sistema de<br />

defensa que nos permita proteger cualquier interés extra-europeo que aún<br />

retengamos» 6 . En las actuales condiciones políticas y tecnológicas resulta fácil<br />

constatar que el Canal de la Mancha no constituye una verdadera «barrera»<br />

defensiva, mas esto había sido muy claro para los líderes británicos en siglos<br />

anteriores; por algo fue Wellington, y no un oficial prusiano o austriaco, el jefe de los<br />

ejércitos que derrotaron a Napoleón en Waterloo. En ese tiempo. Gran Bretaña había<br />

combatido contra el predominio de Francia; durante la Primera Guerra Mundial luchó<br />

contra la hegemonía de Alemania. En ambos casos, el objetivo de ese «compromiso<br />

continental» había sido mantener el balance de poder en Europa. Después de la<br />

Primera Guerra, gran número de británicos condenó el compromiso sin diferenciar<br />

entre sus diversos componentes; no obstante, era posible rechazar la forma en que<br />

las operaciones habían sido conducidas y los elevados costos incurridos sin<br />

necesariamente condenar las razones políticas de la intervención.<br />

«La memoria de los estados —ha escrito Henry Kissinger— es la prueba de la<br />

verdad de su política. Entre más elemental sea la experiencia, más profundo será su<br />

impacto sobre la interpretación que haga una nación del presente a la luz del<br />

pasado. Aun es posible que una nación sufra una experiencia tan demoledora que se<br />

convierta en prisionera de su pasado. No sucedió así con Gran Bretaña en 1812.<br />

Había tenido su crisis y había sobrevivido. Pero aunque su estructura moral<br />

permaneció incólume, salió de la ordalía de casi un decenio de aislamiento con la<br />

resolución de no volver a estar sola jamás» 7 . La empresa de conquista de Napoleón<br />

había conmocionado al gobierno británico, haciéndole entender que un continente<br />

controlado por una potencia hostil planteaba a Gran Bretaña y su imperio una<br />

___________________________________________________________________<br />

6. Michael Howard: The Continental Commitment. Penguin, Harmon 1974, pp. 9, 10.<br />

7. H. A. Kissinger: Un Mundo Restaurado, F.C.E., México, 1973, p. 47.<br />

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