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LDERES EN GUERRA: - Aníbal Romero

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5. LA INVASIÓN A LA URSS<br />

(i) La Génesis de la Operación «Barbarroja»<br />

En páginas anteriores se ha visto que Hitler tenía un programa de política<br />

exterior con objetivos fijos y explícitamente determinados, el principal de los cuales<br />

era la conquista de «espacio vital» para Alemania hacia el este de Europa y<br />

específicamente en la URSS. El líder nazi estaba dispuesto a lograr sus fines<br />

políticos, pero no se sentía comprometido con ningún plan táctico. De tal manera que<br />

la rigidez de proyectos políticos iba acompañada de una extrema flexibilidad táctica.<br />

No obstante, un programa político tan ambicioso como el de Hitler tenía que basarse<br />

en ciertos supuestos básicos, que en caso de no cumplirse en la forma prevista,<br />

podían dislocar la concepción global a nivel estratégico y hacer mucho más difícil la<br />

improvisación y el cambio de rumbo en el plano táctico. Uno de estos supuestos<br />

consistía en asumir que un conflicto entre Alemania y Gran Bretaña podía evitarse, y<br />

que los británicos aceptarían la dominación continental alemana a cambio de la<br />

preservación del Imperio. Este supuesto, unido a otras consideraciones de índole<br />

económica que tenían que ver con las capacidades limitadas de Alemania, había<br />

llevado a Hitler a prestar una atención secundaria al desarrollo de la marina de<br />

guerra y a concentrarse en fuerzas apropiadas para ejecutar una serie de «guerras<br />

relámpago» terrestres. Por esta razón, en 1940 y 1941, la resistencia de Gran<br />

Bretaña enfrentó a los alemanes con un problema militar para el cual no estaban<br />

preparados, ya que no les era posible ni improvisar eficazmente una invasión de las<br />

islas británicas ni realizar una guerra prolongada en Occidente, manteniendo al<br />

mismo tiempo en el Este un gran ejército en caso de presentarse un conflicto con la<br />

URSS. Para el momento en que este dilema se hizo plenamente evidente luego de la<br />

derrota de Francia ya Hitler había decidido invadir Rusia, y en última instancia, a<br />

pesar de algunas resistencias, sus generales aceptaron la decisión como la única<br />

alternativa.<br />

En el caso de los generales alemanes, la invasión a la URSS se mostraba<br />

como una posible solución a una grave situación estratégica; para Hitler, el ataque a<br />

Rusia constituía la realización de su más importante designio político. El fracaso de<br />

uno de sus supuestos básicos, que ahora le obligaba a tomar deliberadamente la<br />

decisión de llevar a cabo una guerra en dos frentes, no dejó de causar algún<br />

malestar en cuadros militares y aun dentro del aparato del Estado y del partido nazi.<br />

De allí que para justificar su proyecto de invadir Rusia, aún sin haber concluido 1a<br />

guerra contra Gran Bretaña, Hitler emplease argumentos que no siempre eran<br />

consistentes entre sí, como, por ejemplo, que la URSS era demasiado débil para<br />

resistir eficazmente, o que Rusia estaba a punto de atacar Alemania y unirse con<br />

Gran Bretaña. Durante la segunda mitad de 1940, mientras se desarrollaba la batalla<br />

aérea contra Inglaterra y comenzaban a elaborarse los planes para la operación<br />

«Barbarroja», Hitler llegó a argumentar, por una parte, que para efectos prácticos,<br />

Gran Bretaña había sido derrotada, y podía por tanto ser ignorada en tanto se<br />

ejecutaba la guerra en el Este, y por otra parte que la única manera de terminar con<br />

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