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Hitler y sus generales no podían saber que «Barbarroja» les conduciría a una atroz<br />
derrota; mas el análisis del proceso de planificación de la operación, de las<br />
apreciaciones que se hicieron sobre las capacidades económicas y militares de la<br />
URSS, de los preparativos logísticos realizados para sostener el ataque, y, por<br />
último, de las decisiones en cuanto al fin político y los objetivos militares de la<br />
invasión, demuestra sin lugar a dudas el carácter improvisado de la acción hitleriana,<br />
y permite sostener que «Barbarroja», antes que un acto político racionalmente<br />
calculado, constituyó más bien una gran aventura.<br />
El primer esquema de un plan para la invasión de Rusia fue discutido por Hitler<br />
y el Mariscal Von Brauchistch en su reunión del 21 de Julio de 1940. No existen<br />
indicaciones precisas acerca de la proveniencia de ese primer esbozo del plan de<br />
ataque, en el cual se establecía que las fuerzas para la invasión (entre ochenta y<br />
ciento veinte divisiones) se concentrarían en un período de cuatro a seis semanas.<br />
La estimación del potencial militar soviético se reducía a la frase: «Rusia tiene entre<br />
cincuenta y setenta y cinco buenas divisiones» 77 . Dos días más tarde, por órdenes<br />
del general Halder, los servicios de inteligencia alemanes produjeron un nuevo<br />
estimado de las fuerzas soviéticas capaces de defender las fronteras occidentales<br />
del país: 90 divisiones de infantería, 23 de caballería y 28 brigadas mecanizadas.<br />
El 29 de Julio de 1940, Halder instruyó al general Marks para que elaborase un<br />
estudio independiente sobre las posibilidades de una invasión a la URSS. El «Plan<br />
Marcks» fue concluido el 1.° de Agosto, mas un día antes, el 31 de Julio, Hitler había<br />
presentado un conjunto de ideas sobre la futura invasión a Rusia ante sus jefes<br />
militares. En esta oportunidad, Hitler trató de conectar estrechamente las<br />
operaciones en el Este con la guerra que aún se realizaba contra Gran Bretaña en el<br />
frente occidental, y no quiso manifestar explícitamente que el verdadero propósito de<br />
la campaña era la conquista de «espacio vital» y la destrucción definitiva del Estado<br />
soviético. Hitler, no obstante, dijo que desde el punto de vista militar «la captura de<br />
una cierta área no sería suficiente»; el objetivo militar-estratégico debería ser «la<br />
destrucción del poder vital de Rusia» 78 . El sentido de esta frase era bastante<br />
ambiguo, ya que la «destrucción del poder vital» del contrario podía interpretarse<br />
como un objetivo militar (en caso de referirse a la eliminación de sus fuerzas<br />
armadas como un medio para otro fin), o como un fin político (si se refería a la<br />
supresión de su existencia política independiente). En ocasiones posteriores, Hitler<br />
aclaró el significado de sus palabras. También en esa reunión, el líder nazi estipuló<br />
que esas metas tendrían que lograrse en una sola campaña con una duración de<br />
cinco meses. El ataque procedería en dos direcciones: un grupo de ejércitos<br />
avanzaría hacia Kiev y seguiría el rumbo del río Dniéper; un segundo golpe iría a<br />
través de los Estados Bálticos hacia Moscú.<br />
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77.Véase R. Cecil, ob. cit., p. 73.<br />
78.Citado por B. A. Leach: ob. cit., p. 100.<br />
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