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Como lo expresa Deutscher, las doctrinas políticas pueden clasificarse en dos<br />
grandes categorías: «aquellas que, proviniendo de una larga cadena de ideas, se<br />
dirigen audazmente hacia un futuro remoto; y aquellas que, no siendo ni profundas ni<br />
originales en sus anticipaciones, son capaces de sintetizar grandes y poderosas<br />
emociones y tendencias de opinión que hasta entonces permanecían desarticuladas.<br />
La tesis de Stalin pertenecía obviamente a la segunda categoría» 8 . La habilidad<br />
manipulativa de Stalin excedió la brillantez teórica de Trotsky; no ha sido éste el<br />
único caso en la historia, pero tal vez ninguno haya tenido tan hondas<br />
consecuencias.<br />
Es verdaderamente sorprendente constatar hasta qué punto Stalin fue<br />
subestimado por todos los que en algún momento se convirtieron en sus adversarios.<br />
Esta sistemática subestimación de la fuerza y de las ambiciones de Stalin se<br />
prolongó hasta que ya no quedaban enemigos de talla que pudieran oponerse al<br />
«hombre de acero». «Escasos desarrollos históricos de importancia han sido tan<br />
poco conspicuos y han parecido tan irrelevantes a sus contemporáneos como la<br />
enorme acumulación de poder en manos de Stalin, que tuvo lugar en vida de Lenin.<br />
Dos años después de finalizada la guerra civil, ya la sociedad rusa vivía virtualmente<br />
bajo el mando de Stalin, sin que ni siquiera conociese el nombre de su jefe. Más<br />
extraño aún, Stalin fue llevado a esas posiciones de poder por sus propios rivales.<br />
Hubo numerosas situaciones dramáticas en su lucha posterior contra esos<br />
adversarios, pero la pelea comenzó sólo después de que Stalin había sujetado<br />
firmemente las palancas del poder, y luego de que sus oponentes, dándose cuenta<br />
del error cometido, habían tratado de apartarle de su posición dominante. Pero ya<br />
para entonces Stalin se había hecho inamovible» 9 .<br />
¿En qué creía Stalin?, ¿que buscaba? No cabe duda que deseaba el poder,<br />
pero ¿para qué? Según Milovan Djilas: «Cualesquiera sean los standards que<br />
utilicemos para juzgarle, Stalin tiene a su haber la gloria de ser el más grande<br />
criminal de la historia... En él se combinaban la crueldad de Calígula con el<br />
refinamiento de Borgia y la brutalidad de Iván el Terrible» 10 . Pero todo ese poder, las<br />
purgas, la enorme convulsión histórica del proceso de colectivización, ¿qué<br />
significaban para Stalin? En sus Memorias, Malraux relata que «En una ocasión<br />
pregunté a Gorki si Stalin pensaba algo sobre el sentido de la vida. Gorki me<br />
respondió con cierta ironía: "El piensa que los hombres están sobre la tierra para<br />
convertirse en comunistas, y que los comunistas existen para hacer reinar la justicia".<br />
No está mal —dijo entonces Malraux— dentro del género monolítico. Y Gorki: "Stalin<br />
lo ha inventado" 11 . Las motivaciones más profundas de Stalin, sus convicciones e<br />
ideas básicas acerca de su propio papel en medio de los trascendentales<br />
acontecimientos que tuvieron lugar durante su mandato son apenas borrosas<br />
imágenes de una personalidad fría, sinuosa, calculadora: « Como resultado de su<br />
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8. Isaac Deutscher Stalin, Penguin, Harmondsworth, 1972, p. 292<br />
9. Ibid., p. 232.<br />
10. Milovan Djilas: Conversations with Stalin, Penguin, Harmondsworth, 1969, p. 145<br />
11. André Malraux: . La Corde ét les Souris, Gallimard, Paris, 1976, p. 28.<br />
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