La crisis del movimento comunista - Marxistarkiv
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socialistas habrá de decir su palabra. El itinerario de la revolución mundial nos reserva numerosas<br />
sorpresas y no pocos ”relevos”.<br />
5. Nuevo equilibrio mundial<br />
Los ”combatientes de la paz”<br />
Como puso de manifiesto el análisis <strong>del</strong> informe Zdanov (p. 424-431), la nueva ”línea general” que<br />
Stalin dictó en 1947 a los partidos <strong>comunista</strong>s de Occidente no significaba la corrección <strong>del</strong><br />
oportunismo anterior sino su prolongación con otras modalidades. Representaba la adaptación de la<br />
política de esos partidos a la respuesta que el Kremlin entendía dar al curso expansionista de<br />
Wáshington. Una vez más los objetivos socialistas fueron dejados para las calendas griegas. Antes<br />
habían sido postergados en aras de la gran coalición antihitleriana; ahora lo eran en aras <strong>del</strong> gran<br />
frente antiamericano que el Kremlin intentaba constituir a fin de imponer a la Casa Blanca un<br />
arreglo mundial, basado en el reparto de las zonas de influencia, que fuese satisfactorio para los<br />
intereses soviéticos. <strong>La</strong> idea táctica esencial de la nueva línea consistía en explotar a fondo las<br />
contradicciones entre la expansión americana y las burguesías nacionales europeas o de otras<br />
latitudes; en agrupar – como decía Zdanov – ”todas las fuerzas dispuestas a defender la causa <strong>del</strong><br />
honor y de la independencia nacional”, y movilizar a todos los ”partidarios de la paz” contra el<br />
peligro de una tercera guerra mundial. Se trataba, en definitiva, de movilizar todo lo movilizable<br />
para hacer entrar en razón a los jefes americanos y obligarles a reemprender el camino de Yalta. Lo<br />
que permitiría a los partidos <strong>comunista</strong>s de Occidente reemprender el camino de la unión nacional<br />
seguido hasta 1947, la vía parlamentaria y pacífica hacia el socialismo.<br />
Por las razones que ya hemos expuesto (p. 395), el intento de explotar las contradicciones<br />
interimperialistas tuvo escasos resultados, al menos hasta la muerte de Stalin. <strong>La</strong>s apelaciones a<br />
”defender la causa <strong>del</strong> honor y la independencia nacional” no encontraron eco fuera de las filas<br />
<strong>comunista</strong>s salvo en algunos reducidos círculos intelectuales. El único aspecto de la nueva línea que<br />
tomó cuerpo en cierta medida, aunque en un plano casi exclusivamente propagandístico, fue la<br />
”lucha por la paz”. <strong>La</strong> <strong>crisis</strong> de Berlín (junio de 1948-mayo de 1949), la conclusión <strong>del</strong> Pacto<br />
Atlántico (abril de 1949), la aprobación por el Congreso americano (septiembre de 1949) <strong>del</strong><br />
suministro de armas a los miembros <strong>del</strong> pacto por valor de 1 500 millones de dólares, el<br />
comunicado de Tass (25 de septiembre de 1949) confirmando la explosión de una bomba atómica<br />
soviética en abril de aquel año – la primera noticia fue dada por Truman unos días antes – y<br />
revelando que la URSS poseía la bomba desde 1947, la guerra de Corea iniciada en junio de 1950;<br />
estos y otros jalones de la ”guerra fría” fueron agravando la tensión internacional y dieron aparente<br />
consistencia al peligro de una nueva conflagración mundial. En la reunión <strong>del</strong> Kominform,<br />
celebrada en noviembre de 1949, la ”lucha por la paz” contra la amenaza de una ”agresión directa”<br />
<strong>del</strong> imperialismo contra la Unión Soviética, fue definida como la tarea central <strong>del</strong> movimiento<br />
<strong>comunista</strong>, a la cual debían subordinarse todas sus otras tareas y objetivos. En el orden de<br />
prioridades, a la ”lucha por la paz” le seguía inmediatamente en importancia la ”guerra fría” contra<br />
el titismo. Ambas se entrelazaban estrechamente, puesto que el titismo, según vimos, era<br />
considerado por el ”campo socialista” y los partidos <strong>comunista</strong>s como una de las principales bases<br />
<strong>del</strong> imperialismo americano en la preparación de la agresión contra la Unión Soviética.<br />
<strong>La</strong> organización <strong>del</strong> llamado ”Movimiento por la paz” comenzó en 1948. En agosto de ese año, se<br />
celebró en Polonia el congreso mundial de intelectuales por la paz, en noviembre el congreso<br />
nacional de los ”combatientes de la paz” franceses, y en los meses siguientes tuvieron lugar diversas<br />
asambleas de análogo carácter en otros países europeos. Del 20 al 25 de abril de 1949 se reunió en<br />
París y Praga(1) el primer Congreso mundial de ”combatientes de la paz”, estando representados 72<br />
países. Según los documentos <strong>del</strong> congreso, para esas fechas había ya 600 millones de<br />
”combatientes de la paz” organizados. Pero no sobra aclarar que en esta imponente cifra figuraban<br />
todos los ”combatientes de la paz” de la URSS, China y demás democracias populares, donde el<br />
simple hecho de pertenecer al género humano era condición suficiente para quedar inscrito en el