La crisis del movimento comunista - Marxistarkiv
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el gobierno Benes, incluso antes de instalarse en Praga. En 1946-1947, los tres presidentes<br />
regionales de los Comités nacionales eran <strong>comunista</strong>s. De 163 Comités nacionales de distrito, 128<br />
tenían presidentes <strong>comunista</strong>s, lo mismo que 6 350 Comités nacionales locales, de un total de<br />
11512. Si a esto se añade que el partido controlaba el Ministerio <strong>del</strong> Interior, las milicias obreras, la<br />
mayor parte <strong>del</strong> ejército, y desde luego sus altos mandos; que dirigía los sindicatos y otras<br />
organizaciones de masas, etc., se comprende que la opinión de Ripka corresponde bastante a la<br />
realidad. (Los datos referentes a las elecciones y a los Comités nacionales están tomados <strong>del</strong><br />
informe Slanski, secretario general <strong>del</strong> partido <strong>comunista</strong> de Checoslovaquia, a la reunión<br />
fundacional <strong>del</strong> Kominform, en septiembre de 1947.)<br />
2. Citado por F. Fejto en su Histoire des démocraties populaires, Seuil, 2a edición, 1969, p. 107.<br />
Fejto lo toma de un estudio de Rakosi, correspondiente al año 1952, publicado en la revista teórica<br />
<strong>del</strong> partido húngaro.<br />
3. Ibid., p. 108.<br />
4. Ibid., p. 107. Según Fejto, ”las autoridades soviéticas se mostraron, desde el punto de vista<br />
político, tanto más tolerantes y liberales en Hungría, como duras en el aspecto económico. Todo<br />
sucedía como si entonces considerasen a Hungría situada más allá de su zona de seguridad, y<br />
quisieran probar su voluntad de respetar las disposiciones de Yalta, cosa que no podían hacer en<br />
Rumania y Bulgaria”. (Ibid., p. 106.) <strong>La</strong>s cosas cambiaron rápidamente después de las elecciones<br />
mencionadas, y a medida que fueron deteriorándose las relaciones entre el gobierno soviético y los<br />
Estados Unidos. En diciembre de 1946 se acusó a los dirigentes <strong>del</strong> partido de los pequeños<br />
propietarios de conspiración contra el régimen. Como el grupo parlamentario de este partido, que<br />
contaba con el 57 % de los electores, se negó a levantar la inmunidad parlamentaria de su secretario<br />
general, Bela Kovaks, las autoridades militares soviéticas intervinieron directamente, procediendo a<br />
su detención en febrero de 1947, bajo la acusación de ”complot contra la seguridad <strong>del</strong> Ejército<br />
rojo”. (Véase Op. cit., p. 194.)<br />
5. Stalin Conversación con el presidente de la ”Scripps-Howard Newspapers”, Mr. Roy Howard,<br />
Partisdat, Moscú, 1937, p. 10 (en ruso).<br />
6. F. Fejto: Op. cit., p. 127.<br />
7. Según ciertas estimaciones, citadas por F. Fejto, hacia septiembre de 1946, Rumania había<br />
pagado a la Unión Soviética, a título de reparaciones, mil millones de dólares y le quedaban por<br />
pagar 950 millones. En Hungría, el 65 % de la producción total <strong>del</strong> país estaba destinada en 1946 a<br />
los pagos por reparaciones. Véanse más detalles sobre este problema, y sobre la constitución de las<br />
sociedades mixtas, en las páginas 136-137, 154-157, de la Histoire des démocraties populaires. Un<br />
estudio más detallado y especializado se encuentra en la obra de Jan Marczewski: Planification et<br />
croissance économique des démocraties populaires, PUF, París, 1956, t. I, p. 218-232.<br />
8. A propósito <strong>del</strong> conflicto checopolaco por Teschen, véase la obra citada de Fejto, p. 114; sobre<br />
las cuestiones de las minorías húngaras en Eslovaquia, de Transilvania, etc., en la misma obra, p.<br />
116-117, 127-128.<br />
9. Tito era un cuadro poco conocido al iniciarse la guerra. El hecho de que dirigiera el partido y la<br />
lucha de liberación sobre el terreno, sin más contacto con Moscú que la ligazón por radio, explica<br />
bastante, sin duda, su comportamiento. Al que le predisponía, por otra parte, sus experiencias<br />
anteriores, los conflictos vividos en el seno de la IC, su conocimiento de la realidad soviética, etc. A<br />
este respecto es muy esclarecedora, independientemente de los aspectos de ”culto” que por<br />
desgracia tiene, la biografía de Tito escrita por Vladimir Dedijer.<br />
10. ”Nuestra tarea inmediata – declaró Dimítrov al asumir, la jefatura <strong>del</strong> gobierno en 1946 – no es<br />
la realización <strong>del</strong> socialismo, ni la introducción de un sistema soviético, sino la consolidación <strong>del</strong><br />
régimen democrático y parlamentario.” (Citado por Fejto, p. 126.)