La crisis del movimento comunista - Marxistarkiv
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170<br />
Los otros 10 % 25 %<br />
Grecia: Gran Bretaña (de acuerdo con los Estados Unidos), 90 %; Rusia, 10 %.<br />
Coloqué el papel ante Stalin, al que ya había sido hecha la traducción. Hubo una pausa. Después, cogió su<br />
lapiz azul, hizo un grueso trazo en signo de aprobación, y me lo devolvió. Todo se arregló en menos<br />
tiempo <strong>del</strong> que tardo en escribirlo [...] A continuación se hizo un largo silencio. El papel, con el trazo<br />
azul, reposaba en el centro de la mesa. Finalmente dije: ¿ No parecerá un poco cínico que tengamos el<br />
aire de haber arreglado estos problemas, de los que depende el destino de millones de seres, de manera<br />
tan desenvuelta? Quememos el papel. No, guár<strong>del</strong>o, dijo Stalin.”<br />
Al día siguiente – continúa Churchill – entre Eden y Mólotov entabló una verdadera discusión de<br />
mercaderes sobre el cálculo exacto de los porcentajes. Mólotov propuso sucesivamente las<br />
siguientes combinaciones:<br />
Hungría Rumania Bulgaria Yugoslavia<br />
75 90 90 75<br />
75 90 75 75<br />
75 90 90 50<br />
75 90 90 60<br />
80 90 80 60<br />
Finalmente, dice Churchill, se acordó la última combinación. (<strong>La</strong>s cifras indican el ”porcentaje”<br />
ruso.) Citado por André Fontaine en Histoire de la guerre froide, p. 244-245.<br />
<strong>La</strong> discusión sobre el segundo frente recubrió también, en la práctica, el problema <strong>del</strong> ”reparto”.<br />
Los ingleses insistieron durante toda la guerra en abrir el segundo frente en los Balcanes, por<br />
razones fáciles de comprender. Los soviéticos se opusieron con la misma tenacidad, por razones no<br />
menos comprensibles, si se tiene en cuenta toda la tradición de la diplomacia rusa. Pero unos y otros<br />
argumentaron con razones de eficacia militar. En realidad se trataba de determinar qué zonas,<br />
eventualmente, quedarían bajo el control de unos u otros.<br />
Conviene subrayar que los soviéticos no han desmentido esta versión churchilliana. Y como hace<br />
notar André Fontaine (p. 288), la edición rusa de la correspondencia secreta entre los ”tres grandes”<br />
ha omitido un mensaje de Churchill a Stalin, de junio de 1945, en el que se hace alusión de manera<br />
brutal al reparto de las ”zonas de influencia” en los Balcanes en octubre de 1944. Dicha edición<br />
conserva, sin embargo, un mensaje de Churchill a Stalin, de fecha 28 de abril de 1945, en el que se<br />
lee: ”Debo decir, también, que el curso de los acontecimientos en Yugoslavia es tal que no<br />
corresponde a la relación de intereses de nuestros países en la proporción 50 % - 50 %.” En la<br />
respuesta de Stalin no hay objeción alguna a este recordatorio de Churchill.<br />
144. Stalin: Discours et ordres du jour, p. 105-106.<br />
145. Véase p. 145.<br />
146. Véase André Fontaine: Histoire de la guerre froide, t, I, p. 258. <strong>La</strong> oposición laborista tenía<br />
interés, naturalmente, en aprovechar los acontecimientos griegos con vistas a las próximas<br />
elecciones. Después de desbancar a Churchill, los laboristas continuaron la misma política en<br />
Grecia. En cuanto a los dirigentes americanos, se preparaban ya a desalojar a los ingleses de Grecia<br />
para instalarse ellos.<br />
147. En vísperas de la liberación el EAM [Frente de liberación nacional] tenía organizados en sus<br />
filas a más de 1 500 000 hombres y mujeres. Refiriéndose a los combates de Atenas, André<br />
Fontaine dice: ”El ELAS estuvo a punto de ganar la partida”; ”En Navidades, Churchill desembarca<br />
en Atenas ignorando él mismo que iba a asegurar el fracaso de la insurrección <strong>del</strong> ELAS. Este había<br />
proyectado, en efecto, hacer saltar ese día el hotel Gran Bretaña, centro <strong>del</strong> Estado Mayor inglés y<br />
sede <strong>del</strong> ”gobierno” Papandreu, cuya autoridad no se extendía más allá de unos centenares de<br />
metros cuadrados. A la confusión creada por la explosión debía seguir una ofensiva general, pero el