La crisis del movimento comunista - Marxistarkiv
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Soviética.”(13) Y el tono general <strong>del</strong> discurso inducía a pensar que se trataba de un peligro<br />
inmediato. Los gobiernos de Wáshington y Londres, aseguraba Suslov, ”preparan frenéticamente la<br />
nueva guerra En los meses siguientes la propaganda de los partidos <strong>comunista</strong>s acentuó la nota<br />
alarmista. ”<strong>La</strong> paz pende de un hilo” declaró Thorez en abril de 1950, ante el XII Congreso <strong>del</strong><br />
PCF. Sin embargo, el análisis de la relación de fuerzas en la arena internacional hecho por Suslov<br />
en ese mismo informe no abonaba precisamente tan dramáticos pronósticos. De creer a Suslov, la<br />
situación <strong>del</strong> ”campo imperialista” no podía ser más desastrosa: ”<strong>La</strong> <strong>crisis</strong> económica se desarrolla<br />
irremisiblemente, tanto en América como en Europa”; ”hasta los propios partidarios y los<br />
turiferarios más ardientes <strong>del</strong> plan Marshall se ven obligados a reconocer su fracaso”; la economía<br />
de Europa occidental ”se encuentra en pleno desbarajuste” el anuncio oficial de que la URSS poseía<br />
la bomba atómica desde 1947 ”ha provocado el desconcierto y la confusión en las filas <strong>del</strong> campo<br />
imperialista y de los promotores de guerra, ha debilitado ese campo”; ”se profundizan las<br />
contradicciones entre los países capitalistas y, en premier lugar, las contradicciones entre los<br />
Estados Unidos e Inglaterra”; la ”política aventurera” de los imperialistas ”sufre derrota tras<br />
derrota”; ”la quiebra de la diplomacia atómica, el fracaso <strong>del</strong> plan Marshall, el fracaso de los planes<br />
de zapa de los imperialistas en la Europa central y sudoriental, la bancarrota de la política<br />
americana en China, todo esto no es más que una parte de los fracasos sufridos por la política<br />
exterior de los imperialistas.” En cambio, el ”campo de la paz, la democracia y el socialismo”<br />
marchaba viento en popa: ”<strong>La</strong> economía de la Unión Soviética se desarrolla de año en año, de mes<br />
en mes, siguiendo una línea ascendente ininterrumpida” y ”su agricultura avanza con paso seguro”;<br />
las democracias populares alcanzan ”grandes éxitos” en su desarrollo económico y político,<br />
”consolidan sus relaciones con la URSS”; el movimiento de liberación nacional de los países<br />
coloniales y dependientes alcanza ”inmensos triunfos” (la referencia que aquí hace Suslov a la<br />
significación de la victoria china es uno de los pocos datos objetivos de su informe). ”Un<br />
importantísimo triunfo <strong>del</strong> campo de la paz y la democracia, una nueva derrota <strong>del</strong> campo<br />
imperialista, es la formación de la República democrática alemana”; otra ”prueba magnífica” <strong>del</strong><br />
fortalecimiento <strong>del</strong> campo <strong>del</strong> Bien y <strong>del</strong> debilitamiento <strong>del</strong> campo <strong>del</strong> Mal es ”el impulso <strong>del</strong><br />
movimiento obrero dirigido por los partidos <strong>comunista</strong>s que se observa en todas partes”, el<br />
”crecimiento de la influencia <strong>del</strong> partido <strong>comunista</strong> entre las masas”, y, por último, la existencia de<br />
”seiscientos millones de combatientes por la paz, organizados”. Conclusión: ”<strong>La</strong> relación de fuerzas<br />
en la arena internacional ha cambiado radicalmente y continúa modificándose en favor <strong>del</strong> campo<br />
de la paz, la democracia y el socialismo.”<br />
Suslov no hace la menor alusión a otro dato de la relación de fuerzas que sin embargo tenía bastante<br />
más peso inmediato, y mucha más realidad, que algunos de los datos expuestos: la notoria<br />
superioridad militar de la Unión Soviética en el escenario europeo. No hacía falta ser especialista en<br />
asuntos militares para comprender que en caso de guerra los soldados de Stalin no encontrarían<br />
obstáculos en su ruta hacia el oeste. Y a fin de que no cupiesen dudas al respecto, Thorez se encargó<br />
de responder en febrero de 1949 (semanas antes de la firma <strong>del</strong> Pacto Atlántico) a la oportuna<br />
pregunta de ”un camarada”: ”¿Qué haría el partido si el ejército soviético ocupa París?” Los<br />
trabajadores de Francia, respondió, en síntesis, Thorez, lo recibirían con los brazos abiertos. Días<br />
después análoga pregunta, referida a Italia, le fue hecha a Togliatti, encontrando parecida<br />
respuesta(14). Evidentemente, el interés de este curioso episodio no estaba tanto en las respuestas<br />
como en el anuncio que la pregunta llevaba implícito de lo que con toda probabilidad ocurriría en<br />
caso de guerra. (En 1951-1952 trascendieron a la prensa occidental informaciones sobre los planes<br />
<strong>del</strong> Estado Mayor <strong>del</strong> Pacto Atlántico en caso de ”ataque de la URSS”. Todos ellos preveían la<br />
rápida pérdida de Francia(15). En 1955, Jruschev revelaría a unos periodistas americanos que en<br />
1950 la URSS tenía superioridad militar sobre el Occidente(16).)<br />
Suslov guardó discreto silencio sobre este aspecto fundamental de la situación, pero aun sin él su<br />
análisis de la relación de fuerzas no podía por menos de suscitar serias dudas sobre la probabilidad<br />
de que los Estados Unidos y sus asociados se lanzasen a una ”agresión directa” contra la Unión<br />
Soviética y las democracias populares. A fin de disiparlas, Suslov sienta la siguiente tesis: