La crisis del movimento comunista - Marxistarkiv
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ELAS renunció a su proyecto debido a la presencia de Churchill que había aceptado celebrar una<br />
entrevista con los emisarios <strong>del</strong> ELAS.” (Histoire de la guerre froide, t. I, p. 249-250.) En efecto, lo<br />
que perdió al EAM fue que los dirigentes <strong>del</strong> Partido Comunista griego buscaron a toda costa un<br />
compromiso con Churchill, adaptándose a la política de Stalin.<br />
148. El plan de los alemanes, según la historiografía soviética, era tomar el puerto de Amberes, base<br />
fundamental <strong>del</strong> abastecimiento de los ejércitos aliados, aislar y destruir el núcleo de estos ejércitos<br />
en Bélgica y Holanda, e imposibilitar así la ofensiva proyectada por los Aliados.<br />
149. Correspondencia entre el presidente <strong>del</strong> consejo de ministros de la URSS y el presidente de los<br />
Estados Unidos, y el primer ministro de la Gran Bretaña, ed. cit., t. I, p. 299.<br />
150. Citado por Deborin, en <strong>La</strong> segunda guerra mundial, p. 485.<br />
151. Ibid., p. 425. <strong>La</strong> historiografía soviética utiliza, como es lógico, los documentos secretos y las<br />
Memorias de los principales protagonistas ingleses y americanos, cuyos datos confirman que tales<br />
eran los objetivos de los Aliados, pero los utiliza como tal comprobación. <strong>La</strong> fundamentación<br />
esencial <strong>del</strong> análisis que hace dicha historiografía se basa en los hechos y datos conocidos de Stalin<br />
y de los dirigentes soviéticos durante la guerra misma, en la interpretación que entonces hacían de<br />
tales hechos y datos a la luz de los intereses de clase que representaban los jefes angloamericanos.<br />
Tomemos, como ejemplo, una de las obras más representativas de la interpretación oficial, la tantas<br />
veces citada de Deborin, que está escrita en colaboración con el general mayor I. Zubkov. (Citamos<br />
las páginas por la edición española que venimos utilizando.):<br />
En la p. 337 y s. se analizan los proyectos operacionales de los Aliados en 1942, relativos al norte<br />
de Africa, Italia y los Balcanes, y se muestra que a través <strong>del</strong> simple examen de la prensa<br />
norteamericana de aquel año era posible discernir tras dichos planes los intereses de los grupos<br />
monopolistas de ambos países. En la p. 344 se señala ”el apoyo de los Estados Unidos a los<br />
representantes de la reacción francesa, lacayos de la Alemania fascista” en el norte de Africa,<br />
después <strong>del</strong> desembarco. En la p. 350 se alude a los artículos de Walter Lippmann en 1943, donde<br />
se lanza la idea de una ”Comunidad Atlántica” como instrumento de la hegemonía mundial de los<br />
Estados Unidos. En la p. 354 se señala la política de abierta protección a Franco que practicaban los<br />
gobiernos de Wáshington y Londres, basándose en los datos que entonces eran públicos. En la p.<br />
395 se califica de sistema colonial el poder establecido por las autoridades militares aliadas en la<br />
zona liberada <strong>del</strong> sur de Italia. En la p. 399 se explica que la <strong>del</strong>egación soviética en la conferencia<br />
de Teherán se opuso a los planes británicos de desembarco en los Balcanes porque su verdadero fin<br />
era el que Deborin explica en la p. 337 y s.: ”Imponer a esos pueblos el régimen colonial <strong>del</strong><br />
imperialismo británico y restablecer el cordón sanitario antisoviético.” En la p. 425 se encuentra el<br />
párrafo citado en nuestro texto sobre los fines de los Aliados al desembarcar en Normandía. En la p.<br />
474 y s. se caracteriza en los más duros términos la intervención inglesa en Grecia y se dice que ”la<br />
ocupación de Grecia por las tropas inglesas indignó profundamente a la opinión democrática <strong>del</strong><br />
mundo entero”. (Subrayemos, de paso, el siguiente detalle significativo: Deborin no cita un solo<br />
testimanio – cosa que no hubiera dejado dé hacer, caso de tenerlo- de cómo esa indignación de la<br />
opinión se reflejó en la prensa o documentos oficiales soviéticos.)<br />
152. Stalin no podía ignorar ese hecho – el traslado de tropas aliadas de Italia en Grecia – porque en<br />
Atenas había una misión militar soviética, cerca <strong>del</strong> cuartel general <strong>del</strong> cuerpo expedicionario<br />
inglés.<br />
153. Deborin: <strong>La</strong> segunda guerra mundial, p. 485.<br />
154. Ibid., p. 481.<br />
155. Engels: <strong>La</strong> cuestión que está realmente en juego en Turquía. Obras de Marx y Engels en ruso,<br />
2a ed., t. 9, p. 15.<br />
156. Véase p. 344-345.