13.05.2013 Views

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Sí tal; es decir, en el pabellón del otro lado del jardín.<br />

—¡Y no está soltera!<br />

—Sí que lo está, y á lo que parece, le corre alguna prisa el casarse.<br />

—¿Sabéis si tiene algún novio?—dijo Venancio temiendo oir una respuesta<br />

afirmativa.<br />

—¡Tendrá tantos!<br />

—¿Qué decís?—gritó Venancio sin poderse contener.<br />

—Señor forastero—dijo la portera,—pasad adelante y no comprometáis<br />

mi posición con vuestras voces.<br />

Venancio volvió á sentir en su cuerpo unas cuantas notas ele cabeza<br />

y un impulso secreto que le llevaba hacia la calle, pero el amor le dio un<br />

do de pecho, y atropellando por todo, penetró en una y otra sala, hasta<br />

llegar al gabinete en que estaba la madre de Safo, sentada sobre una otomana,<br />

con las manos metidas en una pequeña caja de metal que había<br />

sobre el velador inmediato.<br />

—Señora—dijo Venancio, inclinándose respetuosamente y sin atreverse<br />

á pasar el umbral de la puerta.<br />

—Adelante—repuso la señora,—y perdonad que no os dé la mano: me<br />

estoy cortando las uñas, y aunque la máquina es buena anda muy pesada.<br />

—Perdonad, señora, yo ignoraba que estuvieseis ocupada.<br />

—¡Qué disparate! ¡Vaya una ocupación! Decid lo que queráis, mientras<br />

yo sigo haciendo mi toilette.<br />

—Me retiraré y volveré cuando no estorbe—dijo Venancio, temiendo<br />

malograr por intempestivo el éxito de su empresa.<br />

—A mí no me estorba nadie, caballero, porque yo, aunque por mi edad<br />

podría tener las rarezas de algunas señoras mayores, no me escondo para<br />

ninguna de las operaciones del tocador, que no son ciertamente un delito,<br />

y si lo fueran no las haría.<br />

—Perdonad, señora, yo no quise decir<br />

—¡Si no sois el único que tiene esos miramientos, y á mí menos que á<br />

nadie pueden extrañar esas tonterías, porque tuve una madre que se<br />

ocultaba hasta de sus hijas para teñirse el pelo y pintarse las cejas! Conque<br />

decid lo que queráis, mientras acabo de vestirme.<br />

—Yo, señora, no sé cómo empezar á hablaros, y os pido que me perdonéis<br />

si lo que voy á deciros os desagrada: pero ante todo os aseguro<br />

que soy un caballero, hijo de muy fouena familia, y aunque mi atrevimiento<br />

sea grande, vengo con buenos fines á pediros que me permitáis<br />

—¿Qué os he de permitir?—dijo la señora, pasándose un pincel por la<br />

ceja y viendo que Venancio no acertaba á concluir la frase.<br />

—Yo he luchado mucho tiempo antes de decidirme á dar este paso,<br />

porque conozco mis pocos merecimientos para alcanzar tanta felicidad;

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!